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Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer

La charcutería dejó de ser solo un antojo de picada para convertirse en una forma de narrar la identidad gastronómica local. Te presentamos tres espacios de Buenos Aires donde el vino y los embutidos se combinan con historia, técnica y mucha personalidad.


Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer - Créditos: Instagram



Hubo un tiempo en el que la charcutería era sinónimo de picada improvisada y copetín de domingo. Pero en Buenos Aires, la historia está cambiando: hoy los embutidos artesanales y los vinos por copa se combinan en propuestas cada vez más sofisticadas que rescatan tradiciones, celebran el producto y transforman el tapeo en una experiencia con narrativa propia. 

Entre vermuts bien servidos, fiambres curados a conciencia y quesos que cuentan su origen, estos tres espacios invitan a sentarse con calma y brindar por lo nuestro.

3 lugares de alta charcutería en Buenos Aires

1 - Abreboca

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer - Créditos: Instagram

En épocas en las que la gastronomía busca volver a lo esencial, Abreboca elige ir más allá: toma el espíritu de las viejas pulperías argentinas y lo reversiona con estética, producto y una cava de embutidos artesanal como carta de presentación.

Su cocina pone en valor técnicas de antaño como el escabeche, los encurtidos y la charcutería criolla, pero desde una mirada actual y cuidada. La carta ofrece una combinación de raciones frías y calientes (morcilla con huevo frito y reviro, pimientos marinados, tortilla, leberwurst casero) y platos principales donde se destacan cortes como la tapa de asado o el ojo de bife con mbejú, además de pastel de boniato y osobuco, fideos de hongos, pesto de albahaca, almendras tostadas, y postres bien nuestros.

El ambiente tiene el encanto de lo rústico con detalles contemporáneos: un patio andaluz, una barra bien provista y una atención que mezcla calidez con estilo. El maridaje ideal llega con su selección de vinos, pensados para acompañar tanto los chacinados como los platos más suculentos. Abreboca no solo invita a comer rico, sino también a repensar la identidad argentina desde la mesa.

Dónde: Fraga 541, Chacarita

Instagram: https://www.instagram.com/abreboca.ba/ 

2 - Buche Salumeria

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer - Créditos: Instagram

La picada como ritual argentino se renueva en Devoto con una apertura que ya da que hablar. En una esquina tranquila, a metros de Plaza Arenales, Buche combina mercado gourmet, restaurante y bar con una propuesta que homenajea el tapeo mediterráneo y celebra lo mejor de la charcutería y quesería artesanal del país.

Detrás del proyecto está Julio Figueroa (el mismo de Ávito Bistró & Café), que diseñó un espacio de tres plantas donde se puede comprar para llevar, armar una picada a medida, sentarse a tomar un vermut con croquetas o incluso disfrutar de un cóctel en la terraza con vista al barrio. En la planta baja, la vidriera tienta con quesos, embutidos y conservas de productores argentinos —como Las Dinas, Ventimiglia o La Suerte— y también con delicias europeas. En los pisos superiores, los platos llegan a la mesa con una atención cálida y un clima relajado, perfecto para tardes largas.
Buche se luce con tablas abundantes divididas por países (Argentina, Italia, Francia y España), sandwiches contundentes (como el de pavita ahumada con chutney en pan de calabaza) y antipastos para compartir. Todo maridado con una carta de vermuts que no le escapa al detalle: desde etiquetas locales como Al Voleo hasta clásicos italianos como el Negroni Sbagliato o el Amaretto Sour.

El resultado es un espacio que une lo mejor de dos mundos: el sabor de la tradición y el ritmo de lo actual.

Dónde: Asunción 4085, Villa Devoto

Instagram: https://www.instagram.com/buche.salumeria/ 

3 - Corte Charcutería

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer

Alta charcutería: los nuevos templos porteños del buen comer - Créditos: Instagram

En una esquina de Belgrano, Corte Charcutería redefine la experiencia de la charcutería en Buenos Aires. Este espacio combina una fiambrería de alta gama con un restaurante que celebra los embutidos y salazones artesanales, ofreciendo una propuesta única para los amantes de los sabores intensos y auténticos.

Detrás de este proyecto están César Sagario, ingeniero en alimentos y tercera generación de charcuteros en la histórica fábrica Sello de Oro; Santiago Garat, chef uruguayo con experiencia junto a Francis Mallmann y una trayectoria internacional; y los hermanos Pablo y Marcelo Abritta, propietarios del frigorífico Fura. Juntos, crearon un lugar donde la calidad y la tradición se encuentran con la innovación y la pasión por el buen comer .

La carta de Corte Charcutería es un recorrido que incluye una variedad de fiambres y embutidos elaborados con carnes de cerdo Duroc, novillo, cordero y pollo. Entre las especialidades se destacan el bondiolón madurado durante nueve meses, la cecina de Angus, la spianata, el lardo y la sobrasada. También ofrecen salchichas artesanales como bratwurst, kielbasa y boudin blanc, además de patés en croûte, terrinas y rilletes .

La ambientación del lugar, con un diseño vintage y detalles que evocan a los diners clásicos, crea un ambiente agradable y sofisticado.

Dónde: Echeverría 1290, Belgrano

Instagram: https://www.instagram.com/cortecharcuteria/

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