Lionel Messi: la conmovedora historia detrás de la estampita creada por Juliana

Contame cómo empezó todo, ¿cómo se fue dando la creación de las estampitas?

Thomas vino con el Messi nuestro escrito, lo había craneado todo y me dice: “¿Te animás a diseñarme esto?" Se puso insistente y le dije: “Bueno, dale yo te lo hago”. El diseño le encantó y me dice que se las quería llevar a Rusia, para repartirlas allá. Quería imprimir 10 mil, se las mandé a la imprenta y ese día a la noche se fue para Rusia. Todo muy sobre la hora.

Él se iba con el hermano y el primo por primera vez a Europa entonces aprovechó para conocer otros lugares como Brujas, Londres, Barcelona y más. Y en cada ciudad, iba dejando estampitas a quienes se cruzaba y charlaba. Después, cuando ya estaba en Rusia, las tiraba al aire y la gente las agarraba, todos hinchas que estaban viviendo el Mundial.

El resultado del Mundial no fue el esperado. ¿Qué pasó después? ¿Cómo fue cuando volvió?

Seguimos viendo el Mundial pero al siguiente partido Argentina ya perdió y bueno, terminó ahí la idea de las estampitas.

¿Y cómo siguió su historia? ¿Hace mucho estaban en pareja?

Sí, estábamos juntos hace 13 años. Ese año, a los meses del Mundial, sale el plan de organizar un viaje para nosotros a Europa. Nos fuimos a España, que yo tenía familia ahí. Y el viaje fue hermoso, a él lo amaron, era un personaje. Siempre se llevaba toda la atención. En ese viaje me propuso casamiento.

Contame cómo fue ese momento

Yo no me lo esperaba. Se le dio todo perfecto. Es más, él ya sabía que lo iba a hacer allá, habló con mis papás antes de irnos y todo. El anillo lo compró allá, en una joyería. Fue muy lindo. Fue en Santiago de Compostela en septiembre de ese año. Cuando volvimos empezamos a organizar. Y en febrero de 2020 nos casamos, un mes antes de que se desate la pandemia. Ese año fue el año que Thomi falleció, en diciembre. Fue un año en el que pudimos estar mucho tiempo juntos, compartiendo el día a día porque estábamos en confinamiento. Él era muy buen compañero, me apoyó mucho cuando decidí dejar mi trabajo.

¿Y cómo fue cuando te enteraste que estabas embarazada?

Lo veníamos buscando a Aureliano, pero nos enteramos de casualidad. El 4 de noviembre me agarran unas puntadas en la panza, voy a la guardia y me dicen que podía ser apendicitis. No se veía claro en la ecografía, pero veían algo raro ahí. Podía ser un quiste en el ovario también. En ese momento, me dicen que me tenía que hacer una ecografía. Pero cuando estaba por entrar a la sala para hacerla, con Thomi vemos el cartel que decía algo como “si estás o creés que estás embarazada no podés hacerte el estudio”. Ahí nos miramos y pensamos, podía ser que estuviese embarazada. Le aviso al médico, y después de chequear los estudios de sangre nos dice: “¿Quieren una buena noticia? Estás embarazada”. Ahí nos emocionamos, nos dimos un beso y fue hermoso. Pero la cirugía tenía que hacerla igual, así que el momento fue con muchos nervios por la operación. Además de estar embarazada, tenía apendicitis.

Él (Thomas) le había contado a su mejor amigo del bebé y yo a algunas de mis amigas, y a nuestros papás también, porque todo fue en el marco de la operación. El resto, se enteró después del accidente.

Una situación muy feliz por la llegada de un bebé, seguido de un momento muy triste.

Sí, el accidente fue con la moto y de noche y yo no estaba con él ahí. Yo estaba en mi casa. Me llamaron, fui y cuando estaba ahí en la calle, se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Una fue abortar, pero me duró un segundo. “Yo quiero seguir con este bebé”, dije. Y conté con el apoyo de toda mi familia, la de él, y mis amigos. Desde ahí siempre le di para adelante, poniéndole onda a todo, enfocándome en lo lindo. Apoyándome muchísimo en mi mamá. Mi mamá se lleva todos los premios.

Hablame de Aureliano, ¿cómo es?

Aure tiene un año y medio y tiene mi nariz y es muy parecido a mí, de bebé. Pero los ojos son los de Thomy. Y la personalidad también. Es muy inquieto, se trepa a todos lados, es muy manija como era él. Es súper cabezadura como el papá, y el carácter es igual que él. El nombre de él lo eligió Thomas, de un personaje de una serie mafiosa italiana que le encantaba. A mi no me gustaba mucho, pero cuando vi qué significaba el nombre me gustó y le dio sentido a todo. Aureliano significa “el que brilla como el oro”, y es así. Aure trae una calidez como el papá traía. Llevaba alegría a donde entrara, era la persona que animaba la reunión familiar, de amigos, de todo. Era de quien pensabas “uy ojalá que venga así la paso bien”, así era Thomy.

¿Cómo fue volver a Santiago de Compostela con Aureliano, al lugar donde Thomy te pidió casamiento?

Yo quería volver con Aure al lugar y mi mamá se sumó a la idea. Después también se sumó mi papá, e hicimos un viaje familiar. Fue muy emotivo volver al lugar donde Thomy me pidió casamiento con nuestro hijo. Me volví a encontrar con mi familia allá y fue muy movilizante todo, porque la última vez que había ido había sido con él. Estaban todos muy emocionados. Pero yo siempre con la misma actitud, tratando de ver el lado positivo en todo, no me gusta mucho ver las cosas desde su lado triste, aunque yo también tengo mis momentos de tristeza. Pero trato de volver a lo positivo, porque él era tan alegre y positivo, irradiaba tanta luz que quiero que eso se mantenga. Yo me lo quedo como una enseñanza, y su mamá, mi suegra, también lleva el dolor de esa manera. Él celebraba la vida, y no le gustaría que nosotras no lo hagamos. Yo siempre lo tengo muy presente, y sé que lo que pasó es horrible, pero hay que seguir.

Cuando Thomy falleció yo sentí que el bebé iba a traer alegría, y es así, a toda la familia. Todos querían que siga con el embarazo, y sé que eso me ayudó a seguir adelante. Tengo a un montón de gente que me acompaña y me apoya incondicionalmente. Cualquier persona que está un rato con Aure, le saca una sonrisa de oreja a oreja. Los chicos traen alegría. Podés tener el peor de los días, pero los ves y ya está, te cambia la cara.

¿Cómo viviste el año pasado, los meses previos al Mundial, y cuando empezó en noviembre?

Lo viví con mucha emoción. Vi todos los partidos con el gordo (Aureliano), y fui cambiando de casa para compartir el momento con los que más quiero. Fue todo muy emotivo y también fue con bronca, sobre todo el día que ganamos. No podía parar de llorar, era un mar de llanto. Fui al Obelisco a festejar y no podía parar de pensar en Thomy, y en la vez que habíamos ido al Obelisco a festejar que River había ganado la Libertadores. Estaba muy feliz, desquiciado de felicidad.

Y ahí ya habías revivido el sueño de las estampitas de Messi.

Sí, había un montón de energía positiva alrededor y muchos de los que las tenían le rezaban antes de empezar el partido, era su cábala. Lo viví todo con mucha emoción y tristeza, pero siempre con alegría.

¿Cómo fue cuando te enteraste que estaban vendiendo las estampitas de Thomy?

Me enteré de casualidad, me la manda una amiga y cuando la miro, era plagio total. Una fotocopia. Pero lo que más me molestaba era que le habían borrado su nombre, ahí me re enojé. A mí no me importaba hacer plata con ellas, me importaba que se sepa que las había hecho él, que era su idea. Y sentí que, por su memoria, tenía que hacer algo. No podía quedar así. Ahí dije “voy a escribir una carta”, y puse todo. Puse lo que quería, que era ganar el mundial, lo que todos querían. La carta la llevé al programa de Andy después del partido contra Croacia, cuando ya estábamos en la final. Nunca me imaginé que iba a pasar lo que pasó. Yo quería que la gente supiera que era algo que él había hecho, y que nos sirviera a todos para seguir alentando, con alegría, dejando la negatividad afuera. Que la estampita sirva para que la gente la usara de cábala y así genere fuerza.

¿Qué pasó cuando Andy leyó tu carta?

Me llaman de la radio y me dicen que a Andy le había interesado mucho el tema, que quería hacer la nota conmigo. Ahí hicimos una charla por zoom, y estuve hablando un montón con ellos, les conté cómo había sido todo. Y a los oyentes les encantó, se emocionaron, fueron a la radio a buscar las estampitas que yo había llevado, con la carta. Tuvo muchísima repercusión. Locura total. Y ahí, en la entrevista, Andy me dice: “¿Qué te haría feliz?” Y yo le respondí: “Si esto le llega a Messi, ya soy feliz”.

Pasan un par de semanas, y después, llegó el momento.

Un día me llaman de la producción y me dicen si podían ir a mi casa que querían grabar unos videos para recopilar momentos del mundial y si me copaba. Y yo les dije que sí, que no tenía problema. Vienen a mi casa y ahí me dicen que querían hacer algo en vivo. Al rato Andy lo llama por teléfono al productor, en una videollamada, y me lo pasan. Cuando lo veo (al conductor), yo, que soy súper fanática de Messi, reconozco el fondo de la casa, el jardín. Pero en mi cabeza pensaba “no me voy a ilusionar, no me voy a ilusionar”. Andy me dice que le cuente devuelta la historia de las estampitas y el Messi nuestro y casi que no me podía concentrar.

Y ahí, vos ya no podías más de los nervios y la emoción.

No podía más. Ahí me dice: “¿Y yo qué te prometí?”, y le digo: “Me prometiste que se la ibas a hacer llegar”. Y ahí gira la cámara y estaba Messi. “Hola Juli”, me dice. Yo no podía sostener el teléfono, empecé a temblar. Jamás me imaginé que iba a pasar eso. No lo podía creer. Fue un privilegio total. El programa, Andy, Messi, las estampitas. Todo.

El final feliz llegó, Messi tuvo en sus manos las estampitas que habían creado en 2018.

Sí, fue súper emocionante todo. Sé que si Thomas estuviera acá esto no hubiese pasado. Es feo a la vez, pero fue muy emocionante. Me sentí una privilegiada por haberlo logrado. Me emocioné mucho cuando un oyente dejó un mensaje de voz al programa diciendo que: “Cuando mis hijos me pregunten qué es el amor, yo les voy a contar esta historia”, mi historia. Y para mi es así.

¿Qué pensás que va a sentir Aureliano cuando crezca y sepa de este sueño que se cumplió?

No sé qué va a pasar por su cabeza o qué va a sentir, pero me gustaría que le quede el ejemplo de pelear, de seguir y salir adelante. De ponerle onda a lo que pase. Que sepa que hay que levantarse y seguir por tus sueños. Que siempre hay que rebuscársela y que muchas veces hay que romperse para lograrlo. Que también es mandarse y tener presente que la vida es una. Eso es algo que yo aprendí cuando pasó el accidente y sentí que lo había perdido todo.

Quiero que crezca sabiendo quién era su papá, un loco total. Que tenga un recuerdo lindo de él. Que el día que me llegue esa charla, preguntándome quién era su papá o qué pasó, una charla que, por supuesto me genera mucha ansiedad y miedo, podamos vivirla desde un lugar que no sea negativo o feo. Creo que manteniéndolo vivo a Thomy, es una manera de lograr que cuando llegue ese momento, lo entienda mejor y lo atreviese mejor. Cuando él tenga que hacer ese duelo, pueda estar lo más preparado posible y sea siempre desde el amor que siempre va a estar presente.

¿Cómo te sentís ahora?

Muchos me dijeron que él estaría orgulloso de mi, que me sienta orgullosa de mi. Pero yo no lo siento así. Yo siento que para mi haber logrado que la estampita le llegue a Messi era el objetivo de Thomy desde el principio y lo cumplí. Que haya generado alegría y emoción en la gente también. Que este mundial lo haya ganado la Selección, también tuvo que ver él. Lo sentí muy presente en todo momento y siento que también, fue gracias a él. Siento que le di un cierre, un broche a la historia, y fue hermoso.