Dislexia: los síntomas para identificar este trastorno del aprendizaje
Cuáles son los principales síntomas y la importancia del diagnóstico precoz. Consultamos con un experto.
30 de octubre de 2022
Entre los sintomas comunes, las infancias con dislexia suelen rotan los fonemas e invertir las silabas y números - Créditos: Getty
La dislexia suele diagnosticarse antes de los 6 años y se trata de un trastorno específico del aprendizaje en el que las infancias suelen confundir las letras al momento de escribir o de pronunciar las palabras, lo que conlleva a una lectura insegura y de escasa comprensión.
Según diversas investigaciones científicas, se puede calcular que la dislexia afecta aproximadamente a uno de cada diez niños y niñas en todo el mundo. Para aprender a reconocer este trastorno del neurodesarrollo y actuar en consecuencia dialogamos con Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología de Buenos Aires.
“Un niño o una niña con dislexia tiene un retraso de, al menos, dos años en el proceso de aprendizaje de escritura y lectura, a pesar de tener un cociente intelectual que se encuentre dentro de los parámetros normales”. Las complicaciones se van a ver reflejadas directamente en el aprendizaje.
En la dislexia existe una base neurológica, según explica Anderson: “Existe una alteración en la actividad de las neuronas en el cerebro, una menor actividad en el área del hemisferio cerebral izquierdo, particularmente en una parte del lóbulo occipital de la circunvolución frontal inferior y del área parietotemporal”.
Cuáles son los síntomas
Lectura vacilante, en la que confunden palabras con pronunciación similar
Cambiar el orden de las letras
Rotan los fonemas
Invierten las sílabas
Invierten los números
Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas
Problemas en el equilibrio
Problemas de memoria a corto plazo
Dificultades en matemáticas
“Las mismas faltas que ocurren en la lectura ocurren en la escritura”, cuenta Anderson y aporta un ejemplo: "Si tienen un dictado suelen inventar las palabras o escriben con faltas de ortografía muy particulares, llamadas disortografía”.
Otro tipo de alteraciones: “Al mismo tiempo, no tienen buena motricidad fina, les suele costar aprender las secuencias, como puede ser aprender los meses del año, los días de la semana, las estaciones. El manejo del espacio tampoco es bueno: confunden muchas veces izquierda con derecha y, si se les pide que dibujen un reloj, tampoco lo dibujan adecuadamente”.
“En cuanto a la incidencia por sexo, según recientes investigaciones este tipo de cuadro se da 2 o 3 veces más en los hombres que en las mujeres. En un estudio realizado en Nueva Zelanda y Reino Unido se evaluó a unos 10 mil niños y niñas, en el que se llegó a la conclusión de que duplicaban –y en menor medida, triplicaban- los hombres a las mujeres en el riesgo de tener dislexia”, puntualiza Andersson.
Algunos consejos claves
Entre las principales recomendaciones, Andersson aconseja que “en cuanto la familia sospecha que su hijo o hija puede tener este tipo de cuadro, no dude en consultar con un profesional”, ya que el diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden mejorar considerablemente el proceso de aprendizaje en infancias con dislexia.
También resalta la importancia de leer en voz alta y crear el hábito de la lectura. “Se puede pensar en crear una rutina gratificante, donde el adulto lea en voz alta siempre en un mismo horario y ambos encuentren en ese momento un espacio de disfrute. Que sea sin apuro y un momento agradable para ambos es lo más importante”.
"Si el proceso de enseñanza y aprendizaje es traumática, angustiante y genera estrés y nosotros como adultos respondemos con una conducta oposicionista, el resultado seguramente empeore”, advierte.
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