Amistad con sexo: ¿qué la diferencia de una pareja y cómo sostenerla?

 

Y arroja un dato histórico a considerar: “Si bien atravesamos una época que es vista para muchos, más moderna y avanzada con miles de nuevos términos y conceptos relacionados a la sexualidad, ya los griegos como Platón y Aristóteles coincidían en que la línea entre amistad, sexo, pareja eran mucho más delgadas que en la actualidad. El Eros (Cupido entre los romanos, que simboliza el deseo sensual, dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo) era para Aristóteles una especie de ‘amistad intensa’”.

Partiendo de la base de que el amor, la amistad, las parejas, la intimidad, las relaciones y el sexo, tienen variables en su significado dependiendo de la interpretación de cada persona, las aproximaciones a las que nos podemos acercar son verdades relativas que intentan servir de soporte para repensar nuestros propios vínculos y amistades y, en el mejor de los casos, encontrar nuevos valores y significados.

Lo primero que cada persona debería preguntarse es qué está buscando con el sexo: ¿Lo percibimos como un acto de tensión sexual y de descarga?, ¿buscamos una relación de intimidad?, ¿creemos que un amigo nos puede proporcionar esa intimidad?

“Probablemente esta conversación nos traiga más interrogantes que certezas porque, según lo que busquemos, será lo que encontraremos”, analiza.

Lo más importante en un vínculo de amistad con sexo son los acuerdos que se le otorguen a esa relación. “Comunicar y delimitar son dos palabras claves para este vínculo. Lo más sano que nos puede pasar es que nuestra vida este repleta de ‘acuerdos’, acordar y aceptar libremente los vínculos que forjamos”, continúa Valeria.

Entonces, si nos encontramos con una amistad que nos otorga confianza y seguridad y, además se encuentra atravesada por tensión sexual, lo mejor que podría pasar, según la experta, es que ambas personas puedan acordar y darle un marco a ese vínculo.

"Se puede sostener tanto como las partes quieran sostenerlo", desliza Valeria. De acuerdo a la experiencia en consultorio, cuando se encuadra una relación de amistad con sexo se presupone una amistad que tiene acuerdos esporádicos de sexo pero que esos encuentros no los convierten en pareja. Entonces, como ocurre en cualquier vínculo de confianza, lo que podría quebrantar el modelo es que aparezcan expectativas diferentes a lo acordado por alguna de las dos partes.

Dicho en términos mundanos, cuando vos o la otra persona espera algo distinto de lo que acordaron comienzan las tensiones.

Lo que aparece mucho en el consultorio cuando se habla de amistades con sexo son los siguientes términos, según la experta:

En un momento en el que las relaciones sexuales tienen muchas más aristas que, probablemente, dos o tres décadas atrás, ocurre especialmente en los grupos etarios más jóvenes la experimentación cada vez con mayor naturalidad.

“Una gran mayoría de los jóvenes coincide en que al momento de experimentar algo diferente al sexo estándar prefieren hacerlo en un marco de intimidad y confianza y eso está dado por la amistad. Al parecer, la tensión sexual entre los jóvenes estaría más asociada a una sensación de intimidad para lograrla que a la búsqueda de sexo con un desconocido", nos cuenta.

Entre los puntos en contra que observa con mayor frecuencia la experta consultada se refiere a la imposibilidad de sostener la amistad cuando uno de los dos decide finalizar el vínculo sexual; también es común que aparezca el cambio de expectativas de una de las dos partes sobre el tipo de relación que realmente quiere sostener.

En tanto, cuando nos preguntamos sobre la diferencia que existe de base entre los vínculos de amistad y los de pareja o sexo-afectivos, uno de los aspectos fundamentales que observa Valeria es el tipo de compromiso.

En los casos de parejas o vínculos socio-afectivos aparece, en general, la idea de compromiso es de más de largo plazo que en un vínculo de amistad con sexo. “Se juegan planes conjuntos que pueden perdurar en el tiempo y que muchas veces recaen también en mayores demandas de uno con el otro.  Al mismo tiempo, ocurre que hay relaciones de amistad con o sin sexo que muchas veces se convierten en relaciones de pareja”.

En el caso, en la amistad con sexo se ve con mayor frecuencia la idea del “aquí y ahora” que, a su vez, es generada por un acuerdo que acostumbra ser de corto plazo, de mayor transparencia y con un objetivo enfocado principalmente en la experimentación.  

Si apuntamos a tener un vínculo saludable tenemos que atrevernos a tener “conversaciones incomodas”, esas charlas que muchas veces se quieren evitar y que tienen que ver con revelar y comunicar continuamente tanto lo que deseamos nosotras/os como lo que desea o está necesitando la otra parte.

"Es importante que no caigamos en la trampa de enfrentar ambos tipos de modelos relacionales: Una misma persona puede en algún momento de su vida tener una amistad con sexo y luego ésta puede mutar a una pareja, o por el contrario, que tenga otra pareja y entonces la amistad con sexo previa que tenían finalice”, aporta.

Por último, llegamos a la importancia de la tan anhelada y necesaria “responsabilidad afectiva”, la cual supone un acuerdo tácito donde hay registro de que nuestras acciones pueden repercutir en el otro y viceversa y que la base del cuidado está en el respeto por los acuerdos.  “Cuanto más aprendamos a respetarnos emocionalmente, más podremos respetar a los otros y elegir con honestidad nuestra vida sexual y amorosa”, concluye.