Estos son los nuevos trastornos mentales de la era digital: cuáles son y cómo abordarlos
El licenciado en psicología Alexis Alderete, especialista en trastornos de ansiedad, lista una serie de nuevos síndromes del siglo XXI, vinculados al acceso de tecnología. Al conocerlo podemos evaluar cómo estamos y qué hacer al respecto.
12 de septiembre de 2024
Adicción al celular: cómo ayudar a alguien que tiene nomofobia. - Créditos: Getty
El uso de la tecnología desencadenó una serie de fenómenos psicológicos que están siendo estudiados por la ciencia. Tal como señalan los expertos, a medida que las personas están más hiperconectadas aparecen más síntomas nuevos. Uno de ellos es la nomofobia, que es la adicción al celular, pero también hay síndromes como el del miedo a perderse algo que está ocurriendo en las redes sociales, hasta el estrés excesivo por la mala gestión de la información que estamos consumiendo.
El licenciado en Psicología Alexis Alderete, especialista en trastornos de ansiedad, lista una serie de nuevos síndromes del siglo XXI, vinculados al acceso de tecnología.
Foji (Fear of Joining In) - Miedo a participar. Refiere al miedo que sienten algunas personas por pertenecer a una red social, emitir una opinión en una conversación o subir fotos de su vida cotidiana por el temor a recibir críticas o ser juzgados. En la era digital donde cada momento es capturado y editado para mostrar una imagen perfecta, la presión por cumplir dichos estándares hace que algunas personas prefieran evitar participar de las redes sociales.
Se destacan especialmente personas con baja autoestima, que durante su infancia y adolescencia han sufrido bullying o acoso escolar, debido a que la percepción de sí mismo, su valía, sus creencias se ha visto desestimada por su entorno.
Yolo (You Only Live Once) – Vivir el momento. Cuando los jóvenes priorizan la búsqueda del placer inmediato y ven con cierto desdén el esfuerzo a largo plazo, aparece el fenómeno de YOLO que promueve la idea de vivir cada momento al máximo, a menudo sin considerar las consecuencias. Aunque promueve una buena manera de afrontar la vida, también se esconde en quienes hacen un uso excesivo del lema una exposición a riesgos innecesarios por la búsqueda de mayores vistas en las historias, o se encuentran constantemente buscando desafíos porque nunca pueden detenerse y creen que esa es la única manera de vivir.
Yolo también se ha visto como fenómeno económico donde muchos profesionales con empleos bien remunerados y con proyecciones laborales exitosas, deciden emprender su propio camino dejando de lado los beneficios para vivir de una manera más sencilla y sin el compromiso de liderar equipos dentro de las empresas.
Jomo (Joy of Missing Out) - Alegría de perderse algo. JOMO es una elección consciente que hacen las personas priorizando su tiempo libre. Es lo contrario al FOMO (Miedo a perderse algo). Valorar la privacidad sin sentir la exigencia de estar capturando cada momento íntimo para ser mostrado en las redes sociales.
Fomo (fear of missing out) - Miedo a perderse Algo. Hace referencia a la preocupación excesiva que siente una persona cuando cree falsamente que se está perdiendo experiencias o eventos que otros están disfrutando. Este miedo se incrementa por el uso excesivo de las redes sociales, donde las personas frecuentemente publican sobre sus vidas sociales, logros, etc. Cuando la persona siente que no está participando de la misma, tiene la falsa idea que será dejada de lado o pasará un momento incómodo al no enterarse de lo que está sucediendo.
Debe estar sabiendo todo en todo momento. Se termina visibilizando en una conducta compulsiva de verificación constante de las redes sociales. Cuando las personas logran definir cuáles son sus prioridades y se sienten satisfechas con su vida más allá de las redes sociales, no les importa perderse alguna actividad o evento que la mayoría cree que deben experimentar.
Nomofobia - Miedo irracional a estar sin el teléfono móvil. La persona experimenta una ansiedad intensa al no estar cerca del celular, o comienza a preocuparse cuando le queda poca batería o señal de internet.
Cibercondria - Búsqueda excesiva de información médica en internet, lo que lleva a autodiagnósticos erróneos y ansiedad. Las personas que experimentan cibercondría suelen mal interpretar de manera errónea los resultados de las búsquedas que realizan en internet, esto les hace creer que padecen enfermedades más graves de lo que realmente tienen.
Debido a la facilidad de acceso a información médica en línea, esta búsqueda intensa puede tener efectos negativos para la salud mental, como aumento del estrés, ansiedad y en algunos casos las personas pueden llegar a descreer de lo que diga un médico, porque lo que realmente está buscando es que le confirmen el propio diagnóstico que encontró en internet.
Phubbing - Ignorar a las personas que te rodean para prestar atención al teléfono móvil. El phubbing es el acto de ignorar a una o varias personas que están físicamente cerca nuestro, ya sea en una cita, una conversación con amigos o en una reunión de trabajo para prestar nuestra atención al celular u otro dispositivo electrónico. Dicha acción nos invita a reflexionar que la tecnología ha penetrado en nuestras actividades más íntimas y cotidianas, alejándonos de las personas que apreciamos.
Insomnio tecnológico - Dificultad para conciliar el sueño debido al uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. El uso intensivo de los dispositivos tecnológicos, especialmente las pantallas que emiten luz azul generan dificultades para conciliar el sueño debido a que interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Además el contenido estimulante y especialmente durante la noche que es cuando las personas están más relajadas y se permiten estar viendo una mayor cantidad de tiempo las redes sociales, películas o series.
Tecnofatiga o Tecnoestrés - Es un fenómeno que se refiere al cansancio mental y físico causado por el uso excesivo de celulares, computadoras, etc. La alta exposición a las pantallas y el uso cotidiano desmedido de estímulos digitales, sumado a que las aplicaciones y las redes sociales van generando mayor demanda de atención por parte de las personas, tiene como consecuencia que al finalizar el día las personas experimenten el agotamiento mental y físico.
Desde que arranca el día las personas consumen una gran cantidad de información, noticias, redes sociales y correos electrónicos, esta situación que al principio parece inofensiva, con el correr del día termina sobrecargando los recursos cognitivos de las personas. Algunas experimentan la sensación de vacío y les urge la necesidad de aislarse para volver a recargar energías. Es una consecuencia no tan visible y personal de la presión social por estar siempre conectados y disponibles para todos.
¿Qué hacer ante estos síndromes?
El experto señala que estos síndromes invitan a replantearnos cómo las personas nos relacionamos con la tecnología y a ser más conscientes de cómo impactan en nuestra salud mental y emocional. "Desde un primer momento se debe tratar de equilibrar su uso en las diferentes etapas de la vida, donde se ha visto que en la niñez no hay una conciencia del uso excesivo de la misma y que ocasiona mayores consecuencias que beneficios", señala Alderete.
Sugiere que, durante la adolescencia, los padres deben acompañar al correcto uso y la limitación del acceso a las redes sociales, debido a que muchas veces por el afán de ser parte del movimiento que se encuentre de moda, sus hijos no podrán evaluar correctamente las consecuencias a veces a costo de su propia vida de seguir las tendencias del momento. El uso indebido en esta etapa de la vida dejará de lado la creación de habilidades que serán de gran ayuda para enfrentar la vida adulta.
En la vida adulta y con más herramientas se recomienda atravesar un proceso terapéutico para un profundo autoconocimiento de quiénes somos y romper con los patrones poco saludables que nos aportaron desde nuestro entorno, además se podrá ser más consciente de cada elección que se da en la vida. No tan solo con la tecnología que está inmersa en la cotidianidad, sino aún más saludable ser consciente de la no elección y priorizar la salud emocional.
"El verdadero equilibrio mental será cuando decidamos vivir más despacio, saboreando la vida en cada instante siendo capturada por todos nuestros sentidos sin la intermediación de un dispositivo tecnológico", finaliza Alderete.
Experto consultado: Alexis Alderete (MP 85367) es Licenciado en Psicología. Egresado de la Universidad del Salvador. Especialista en Trastornos de Ansiedad y Entrenamiento en Habilidades. (Fundación Foro). Posgrado en Sexología Clínica (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana).
@holapsicologo
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