No es pescado: el alimento que tenés que comer para nutrir tu cerebro

Pero la diosgenina no es el único tesoro que el ñame nos ofrece. Este tubérculo es una fuente rica de nutrientes esenciales para el cerebro, como la vitamina C, que actúa como antioxidante y protege nuestras células cerebrales de posibles daños. La vitamina B6, presente en abundancia en el ñame, es esencial para la producción de neurotransmisores, esos mensajeros químicos que hacen que nuestro cerebro funcione de manera óptima.

Además, el ñame es una excelente fuente de potasio, que ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables, lo que a su vez beneficia la salud cerebral. Su contenido en fibra también es digno de mención, ya que contribuye al bienestar digestivo, lo que puede influir positivamente en la salud del cerebro.

La versatilidad del ñame en la cocina es otro punto a su favor. Se puede cocinar de diversas maneras, ya sea hervido, horneado o frito. Además, su sabor suave y ligeramente dulce lo convierte en un acompañamiento ideal para una variedad de platos. Desde ensaladas hasta sopas, pasando por tortitas o panqueques, el ñame puede incorporarse fácilmente a tu dieta diaria.

El ñame es mucho más que un simple tubérculo: es un aliado para la memoria y el crecimiento neuronal. Integrarlo de forma regular en tu alimentación puede sumar a tu capacidad de aprendizaje, memoria y rendimiento cognitivo. Sumarlo a tu abanico de nutrientes puede ser una decisión inteligente.