Parches menstruales: la nueva alternativa para aliviar cólicos que llega a Argentina

• Son adhesivos ultrafinos que se aplican sobre el abdomen o la zona lumbar.
   
• Generan calor seco y constante durante 8 a 12 horas gracias a minerales como hierro o carbón activado que reaccionan con el oxígeno.
   
• Algunos están combinados con hierbas medicinales (jengibre, artemisa, canela) o con compuestos como mentol y aceites esenciales, que aportan frescor y alivio adicional.
   
• Se los llama “yeso” porque al colocarlos dan una sensación de firmeza y sostén, similar a un vendaje, pero no contienen yeso de construcción.

• China y Corea: surgieron en el marco de la medicina tradicional, pensados para mejorar la circulación uterina.
   
• Japón: se volvieron populares en formato térmico (kairo) y son parte del día a día, incluso como calefacción corporal portátil en invierno.
   
• Europa: varias marcas los venden como alternativa “natural y discreta” para calmar cólicos sin medicación. 
   
• Latinoamérica: empiezan a aparecer versiones importadas y locales; en Argentina ya se consiguen tanto herbales como térmicas.

La ciencia respalda el uso del calor local como estrategia para disminuir la dismenorrea (dolor menstrual).
El calor aumenta el flujo sanguíneo, relaja la musculatura uterina y modula la percepción del dolor.

*Un estudio publicado en Evidence-Based Nursing mostró que el calor continuo en la zona abdominal puede ser tan eficaz como algunos analgésicos de primera línea, sin efectos secundarios.

*El agregado de hierbas como jengibre o artemisa suma un plus, aunque la evidencia científica sobre su acción tópica aún es limitada.

*Son portátiles, discretos y ultrafinos: se pueden usar debajo de la ropa en reposo o en movimiento.
*Actúan en pocos minutos.
*Liberan calor de manera constante, a diferencia de la bolsa de agua que se enfría rápido.
*Ofrecen alivio sostenido (hasta 12 horas).
*Evitan la ingesta de fármacos, lo que resulta útil en mujeres que no pueden o no quieren usar analgésicos.
*Algunos son 100 % naturales y veganos.

Los parches menstruales no son una solución mágica, pero sí un aliado más dentro del kit de autocuidado femenino. Reflejan cómo el mercado del bienestar se está transformando: las marcas empiezan a entender la importancia del autocuidado, la salud preventiva y el bienestar diario, y ofrecen soluciones prácticas para problemas comunes.

Si tu dolor es leve o moderado, estos parches pueden darte horas de alivio sin necesidad de medicación. Y si tu dolor es intenso o recurrente, además de ayudarte a transitarlo, es una señal de que tu cuerpo pide atención más profunda.

Lo importante es recordar que nuestro ciclo habla de nosotras: es un espejo de nuestras hormonas, de cómo descansamos, nos alimentamos y gestionamos el estrés. Cuidar el ciclo es cuidar nuestras hormonas. Y cada recurso que elegimos —desde un parche hasta un cambio de hábitos— es una inversión en nuestro bienestar a largo plazo.