Semana Mundial de la Incontinencia Urinaria: ¿cómo se elimina la incontinencia?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de la orina. Eso es un síntoma, no una enfermedad. No es normal ni natural y la buena noticia es que puede tratarse.

En el pasado, se pensaba que esta situación de salud era un fenómeno natural sobre el que no se podía hacer nada. Actualmente, se cuenta con numerosos recursos para prevenir, diagnosticar o tratar: existen ejercicios, medicamentos o respuestas quirúrgicas dependiendo del caso. Es necesario sumar información y facilitar el acceso a los tratamientos. El diagnóstico adecuado y el posterior tratamiento dirigido posibilita a los afectados, tanto mujeres como varones, lograr no solo una mejoría de su incontinencia urinaria, sino incluso la curación del problema.

 

Tener incontinencia urinaria generalmente está ligado a que el suelo pélvico está debilitado. Así lo informa la licenciada en Kinesiología y Fisiatría, especializada en reeducación de suelo pélvico Romina Domenech, quien también explica que, en algunos casos, puede tensionarse y, de esa manera, determinar no solo incontinencia urinaria sino también dolor al mantener relaciones sexuales y temas asociados como anorgasmias, prolapsos vaginales y de vejiga y muchas otras patalogias. 

El embarazo, la obesidad y la práctica de deportes de alto impacto, entre otros factores, pueden afectar esos músculos. “El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos antigravitatorios que se encuentran en la base de la pelvis", precisa la experta.

 

La licenciada Domenech explica, además, que “la importancia de determinar el tipo de incontinencia urinaria que el paciente presenta ayudará a la buena elección de su tratamiento y de los consiguientes resultados”.

Una vez establecido el diagnóstico, una de las opciones que permiten fortalecer la tonicidad de la zona son los ejercicios de Kegel.

La kinesióloga Valentina Urbina, especialista clínica de BTL Aesthetics, explica en qué consisten estos ejercicios: “Se trata de movimientos simples, que consisten en activar la musculatura del suelo pélvico como si tuviésemos la intención de contener la orina". Y agrega: "De todas maneras, es importante consultar previamente con un especialista”.

También, los avances tecnológicos se aplican cada vez más a esta afección. “Lo más efectivo para estos casos es la tecnología con HIFEM® llamada Emsella, que permite tratar y fortalecer el suelo pélvico de forma no invasiva y en pocas sesiones. Mientras el paciente permanece vestido durante todo el procedimiento, la silla, a través de un campo electromagnético de alta intensidad, activa las neuronas motoras en el suelo pélvico contrayendo los músculos de la zona en profundidad", suma la experta.

Según se calcula, equivale a hacer 11.200 ejercicios Kegel en una sola sesión. "Este tratamiento aprobado por la FDA regenera los tejidos musculares y neurales, tratando y previniendo los escapes de orina”, agrega la kinesióloga Urbina, que señala que los avances tecnológicos nos permiten acortar el proceso de tratamiento contra la incontinencia urinaria.

Su colega, Domenech informa que este tratamiento tecnológico puede actuar en dos funciones distintas. Contribuye a regenerar los tejidos muscular y neural y, si es necesario, ante la presencia de musculatura excesivamente tensionada del suelo pélvico, permite permite trabajar la neuromodulación, que favorece la relajación de la musculatura.