14 de marzo, Día internacional de la Incontinencia Urinaria: mitos y verdades
En el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, volvemos a un tema bastante tabú, que genera vergüenza, y que está rodeado de muchos mitos y verdades. ¿En qué consiste? ¿Qué tratamientos hay disponibles?
14 de marzo de 2024
Incontinencia urinaria: mitos y verdades. - Créditos: Getty
La incontinencia urinaria es más común de lo que pensamos, nos supo decir la ginecóloga Flor Salort, columnista de OHLALÁ! Y es de las consultas más frecuente en los consultorios ginecológicos,
En el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, volvemos a un tema bastante tabú, que genera vergüenza, y que está rodeado de muchos mitos y verdades.
Qué es la incontinencia urinaria, le preguntamos a la médica uróloga especialista en disfunciones miccionales del Centro Argentino de Urología, María Belén Maza. La experta cita a la Sociedad Internacional de Continencia ICS, que define: "La incontinencia urinaria es una condición en la que se produce una pérdida involuntaria de orina, que es objetivamente demostrable y que es un problema social o higiénico".
Incontinencia urinaria: mitos y verdades
La médica uróloga considera que existen una serie de mitos, equívocos y, también, algunas verdades sobre la incontinencia urinaria.
Las precisa en los siguientes puntos:
1
Se la asocia con la vejez: muchas personas creen que la incontinencia urinaria es un problema exclusivo de la vejez y de las mujeres, pero, en realidad, puede afectar a personas de ambos sexos, de todas las edades, incluidos jóvenes y niños. Según datos de estudios y encuestas realizadas en varios países, incluida la Argentina, se estima que alrededor del 5-10% de los hombres puede experimentar algún grado de incontinencia en algún momento de sus vidas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos números pueden variar según la edad y antecedentes médicos
2
Se genera por hacer esfuerzos: si bien es cierto que hacer un esfuerzo como toser, correr o reír puede desencadenar pérdida de orina, hay otros síntomas frecuentes como incontinencia de urgencia (“no llegar al baño”), nocturna o, simplemente, no poder reconocer el momento en el que se produce la fuga.
3
Se la asocia con debilidad muscular: algunas personas creen que se debe únicamente a una debilidad en los músculos del suelo pélvico. En realidad, esto es falso dado que hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo, alteraciones hormonales, enfermedades neurológicas, medicamentos y cirugías previas, entre otros. Si se divide por sexo, las principales causas son:
En mujeres: antecedentes por el embarazo o partos vaginales, diabetes, menopausia, retener orina por largos períodos de tiempo o elevado índice de masa corporal.
En hombres: edad, antecedentes de síntomas urinarios obstructivos, cirugías de próstata y enfermedades cognitivas, entre otros.
4
Limita la vida diaria: la incontinencia urinaria limita las actividades diarias y la participación en la vida social, lo cual puede generar preocupación y ansiedad.
5
Genera vergüenza: quienes la tienen pueden sentirse avergonzados de hablar sobre el tema o de buscar ayuda médica. La percepción general es que la incontinencia urinaria implica una pérdida total de control sobre la vejiga, lo que puede llevar a la idea errónea de que es un problema irreversible.
María Belén hace hincapié en que es importante destacar que la incontinencia urinaria es un problema médico tratable. "Lo primero que hay que hacer es reconocer la causa, averiguar antecedentes médicos y quirúrgicos y realizar un detallado examen físico para luego elegir la mejor opción de tratamiento", señala.
Siempre lo primero es realizar un examen físico, estudios de orina, urocultivo, la realización de un diario urinario (donde se anota cuánta agua se toma y cuánto se orina en el día), el estudio urodinámico que simula situaciones con la vejiga llenándose (tosés, te parás, avisás cuando irías al baño o cuando no aguantas más, etc.). Luego del diagnóstico, existen ejercicios como parte de un tratamiento que incluye cambios en el estilo de vida. Luego, se evalúan opciones de medicamentos, cirugías que reposicionan órganos o tejidos pélvicos, entre otros".
La uróloga recuerda que siempre la elección del procedimiento debe ser consensuada con el paciente, a quien hay que explicarle riesgos y beneficios de cada una de las terapias. "En síntesis, vivir con incontinencia de orina no debería naturalizarse dado que tiene solución", concluye.
Experta consultada: Dra. María Belén Maza, médica uróloga especialista en disfunciones miccionales. Centro Argentino de Urología.
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