• HISTORIAS

Lettering: empezó dibujando en una agenda y hoy es una de las referentes más importantes a nivel mundial

Shirly Mur creó su emprendimiento de lettering en plena pandemia y hoy tiene más de 200.000 seguidores en Instagram.


Shirly es el cerebro y las manos detrás de Lettering.com.ar

Shirly es el cerebro y las manos detrás de Lettering.com.ar



Algunas personas vivieron el aislamiento de la cuarentena con mucha angustia y otros encontraron allí una oportunidad para llevar a cabo eso con lo que fantaseaban hacía tiempo. Dentro del segundo grupo está Shirly Mur, una diseñadora gráfica que se animó a crear un emprendimiento de lettering que es un furor en las redes.

Todo empezó con unos marcadores de colores y una agenda

“Si de chica me preguntabas si prefería ir a una juguetería o una librería siempre elegía la librería.” nos cuenta Shirly. Los marcadores y lápices de colores eran sus juguetes favoritos ya que la dejaban expresar sus ideas y sueños. En particular, le gustaba escribir frases que se viesen lindas en las páginas de su agenda. En ese momento no lo sabía, pero el arte de dibujar con letras se llama lettering y es una pasión que la acompañaría toda la vida.  Años después Shirly estudió diseño gráfico. Lo que le atraía de ese mundo era que, al tener proyectos muy distintos, todo el tiempo estaba innovando y no se aburría. Luego de trabajar en varios lugares, en 2012 decidió abrir su estudio.  “Un día me di cuenta que quería elegir mi propia experiencia y trabajos” —nos cuenta y agrega— “Obviamente no me fue fácil llegar al punto en que podía elegir los clientes, pero tenía que seguir esa dirección.”

Shirly Mur en su estudio

Shirly Mur en su estudio

El lettering como una necesidad

“Estaba tanto tiempo en la computadora que necesitaba alejarme de la pantalla y reencontrarme con lo manual”, nos comenta. El agotamiento virtual la llevó a volver a la actividad que la hacía feliz cuando era chica y a anotarse a varios cursos virtuales de lettering. Ese conocimiento, más el que había adquirido en la facultad, se convirtió en una herramienta y en una salida laboral. Además de los trabajos digitales, Shirly iba a locales a pintar pizarras y vidrieras.  En esa época también dio workshops y talleres presenciales en su estudio. Por una cuestión de espacio, solo podía tener 18 estudiantes por grupo y, lógicamente, solo se anotaban los que vivían en la ciudad. Sin embargo, al Instagram de Shirly llegaban cientos de mensajes pidiendo que armarse algo para los que estaban lejos. 

Armar un curso online con lo que se tiene en casa

Crear un curso online la entusiasmaba, pero, al ocuparse de sus dos hijas y las corridas de la vida diaria era muy difícil tener tiempo —y energía— para concretarla. La oportunidad se dio finalmente en el 2020 cuando la cuarentena frenó varios de sus trabajos como diseñadora. Para Shirly ese fue el momento de “ahora o nunca”. Nos cuenta: “La pandemia fue una oportunidad para bajar un cambio y llevar a cabo todas esas ideas que tenía escritas en mis cuadernos”. 

Con las herramientas que tenía en su casa y con la ayuda de su marido creó “Lettering desde cero”, el primero de sus cursos online. “Desde marzo, cuando se declaró la cuarentena, hasta que lancé el sitio en junio, fueron varios meses de trabajo. En el medio tuve que entender cómo armar la página, grabar las clases y gestionar el sistema de pagos.”, recuerda. 

Lo más desafiante de todo el proceso fue distribuir su tiempo entre los quehaceres de la casa, la maternidad y su emprendimiento. “Al principio  me quedaba hasta las tres de la mañana trabajando en la compu.Tuve que encontrar un balance entre ser madre contenedora y madre emprendedora.”  ¿Cómo lo superó? Según Shirly, la clave es armarse de una buena rutina y sostenerla.

Una pasión de multitudes

El proyecto creció —y sigue creciendo— sin freno. En dos años vendió alrededor de 3.000 cursos, su Instagram tiene más de 200.000 seguidores y algunos de sus reels alcanzaron las cinco millones de vistas. También sumó a su web un curso para estudiantes intermedios, uno dedicado a niños y adolescentes y en breve habrá uno para alumnos avanzados. 

Además, Shirly nos cuenta cómo su emprendimiento generó una comunidad internacional en la que se ayudan mutuamente: “Tengo un grupo privado de Facebook para los que compran los cursos, ahí suben sus trabajos y entre ellos se dan consejos. Yo estoy ahí apoyándolos, aprendemos constantemente unos de los otros .” 

¿Por qué el lettering despierta tantas pasiones? Shirly nos comenta que una de sus ventajas es que, para empezar, no se necesita invertir en materiales costosos, con una hoja y un lápiz alcanza. Por otro lado, tiene un efecto terapéutico en quienes lo practican: ayuda a relajarse, dejar de lado las pantallas y conectarse con el aquí y ahora.

¿Lo más gratificante?

Le preguntamos a Shirly qué es lo más gratificante de su trabajo y esto es lo que nos contestó: “A veces me escriben personas contándome que donde viven no se conoce el lettering o no se enseña. Me genera mucha satisfacción compartir mi arte y mi conocimiento con personas de todas partes del mundo. Mucha gente me dice ‘me gusta cómo lo enseñas, cómo lo transmitís’  Ahí se ve la pasión.”

LAS MÁS LEÍDAS

Te contamos cuáles son las notas con más vistas esta semana.

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

Arnold Schwarzenegger: amores, traiciones y un hijo secreto


por Cynthia Caccia

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.