Cómo es la receta fácil y rápida para hacer galletitas danesas

Hacía tiempo que no se veían las famosas cookies en su tradicional envase en lata. Y ahora se pueden conseguir en varios supermercados. Los precios pueden variar según el punto de venta y el formato de empaque, pero en promedio está en 8000 pesos cada lata de 454 gramos; también se encuentra la opción de 340 gramos.

En algunas tiendas online se encuentran incluso con descuentos porque están en promoción. También hay promociones por Mercadopago por la compra de packs de 4 latas.

En Dinamarca las galletas de manteca son típicas, las más populares, segpun cuentan. Según informa Cucinare.tv, las primeras galletas se hicieron alrededor del año 1100, cuando aún dominaba la cultura vikinga. El producto, llamado småkager (por más que se las conoce como danish butter cookies), perduró a lo largos de los siglos en las entrañas de los hogares daneses, al punto de que a fines del siglo XIX, muchas casas estaban equipadas con estufas a leña para que la gente pudiera hornear sus propias galletas.

A medida que las galletas de manteca se volvieron más populares, las panaderías profesionales comenzaron a vender sus propias versiones. La marca Royal Dansk, quizás la más conocida en el rubro, se creó en 1966 y en la tapa de la lata color azul, presentaba una pintoresca casa de campo danesa.

 

Esta tradicional marca pertenece al grupo de alimentación Kelsen, que además se hizo de las tradicionales galletas Riberhus y otras marcas: Kjeldsen, la más antigua, data de 1933.

En Cucinare detallan que estas galletas se hacen a base de manteca, harina y azúcar como ingredientes principales. Como la masa está seca y, por lo tanto, es difícil de manipular, los panaderos suelen poner la masa en bolsas la mandan por un tornillo pastelero; la masa en forma de tubo continuo permite al panadero crear formas y figuras diferentes, como remolinos o círculos. Los panaderos más audaces agregan frutas secas, como pasas de uva.

Otro activo de este producto son las latas metálicas, que encantan a todos. Y, claro, duran para toda la vida: en casas se encuentran con diversos usos, como costureros, alhajeros, multiuso.