Cómo darte cuenta que tu hijo tiene conjuntivitis y cuánto dura el tratamiento

La conjuntivitis puede afectar solo a los ojos o estar acompañada por un cuadro inflamatorio en la vía aérea superior. Puede ser uni o bilateral y, en general, produce una tumoración y dolor por delante de la oreja debido a la inflación de los ganglios preauriculares.

Por eso, es fundamental que los pacientes con conjuntivitis se aíslen, en especial, los niños en edad escolar hasta que el cuadro infeccioso se resuelva. A la vez es fundamental que realicen una correcta higiene de manos con jabón y alcohol para evitar diseminar la infección.

El cuadro de conjuntivitis en niños puede durar entre 2 a 4 semanas.

Los síntomas comienzan con ojo rojo y sensación de cuerpo extraño, luego aparece el edema palpebral y aumenta la congestión ocular con abundante secreción, habitualmente, por las mañanas. Algunos pacientes pueden presentar visión borrosa debido a una inflamación en la córnea.

Por tratarse de un virus, no existe ningún tratamiento específico, sino solo compresas frías, analgésicos y, en algunos casos, antinflamatorios. Los antibióticos que se suministran en estos casos no son para curar el virus, sino para evitar una contaminación bacteriana.

En la mayoría de los casos, se resuelve con el tiempo y es común que el paciente cambie de oftalmólogo o de centro buscando un tratamiento que lo cure rápidamente. Esto genera una sobreindicación de gotas con modificaciones de antibióticos, corticoides y uso desmedido de lágrimas artificiales que, en la mayoría de los casos, empeora el cuadro y promueve efectos tóxicos por polimedicación.

Cuando la situación está resuelta, es normal que la sensación de cuerpo extraño y visión borrosa, que se debe a un ojo seco, persista durante 2 a 3 meses. En algunos, puede mantenerse la visión borrosa durante varios meses debido a un cuadro inflamatorio denominado queratitis numular, producida por el propio organismo, que ataca a la córnea, estimulada por las cicatrices que dejó el virus.

La conjuntivitis alérgica, en tanto, es una inflamación de la conjuntiva producida por alérgenos, partículas presentes en el ambiente y que a la mayoría de las personas no le generan problemas. Sin embargo, en pacientes alérgicos desencadena una respuesta inflamatoria. Los ojos son mucosas expuestas al medio ambiente durante todo el tiempo, razón por la cual son frecuentes las conjuntivitis alérgicas. Afectan a los niños de entre 4 y 12 años y a los mayores a 60 años.

El principal síntoma es picazón o prurito, acompañada por ojos rojos y edema palpebral. El problema es que los niños muchas veces no manifiestan estos síntomas y se diagnostican por un aumento en la frecuencia del parpadeo generado por la inflamación que produce la alergia, que, muchas veces, se confunde con tics faciales. Tiene mayor prevalencia en los meses de primavera por la mayor cantidad de alérgenos producto de la floración de las plantas. Es importante su correcto diagnóstico mediante estudios de sangre, de laboratorio ocular y un examen oftalmológico.

Su problema habitual es que es muy difícil evitar la exposición frente al alérgeno ambiental. Por lo tanto, la terapia se basa en inmunoterapia, es decir, en tratar de disminuir la respuesta inflamatoria del propio cuerpo. En niños, es muy importante hacer el diagnóstico temprano ya que como ellos no se quejan pueden consultar recién cuando el cuadro está avanzado, con úlceras corneales que pueden dejar cicatrices en la córnea generando, posteriormente, alteraciones en la visión.

 

Experto consultado: Rogelio Ribes Escudero, médico oftalmólogo, especialista en córnea y superficie ocular, jefe de trasplante de córnea del Hospital Alemán