Despidos masivos de startups: el impacto psicológico de recibir la peor noticia

Ante la crisis financiera global, en el último tiempo se intensificaron los casos de despidos masivos en todo el mundo sin previo aviso y -parece mentira, pero se verdad-, en la mayoría de los casos por videollamada o vía mail.

¿Esto es legal? ¿Qué pasa cuando una persona es despedida sin previo aviso y se entera de la noticia frente a sus compañeros? Para conocer el impacto que puede provocar en cualquier de nosotras una medida de esta envergadura, charlamos con distintas expertas.

Primero te contamos el contexto y los despidos masivos del último tiempos. A fines de mayo, Klarna, la fintech de origen sueco más valiosa de Europa, anunció que despediría al 10% de su equipo a través de un video pregrabado. El despido alcanzó en el mismo momento a unas 700 personas.

Por otro lado, la startup argentina de Exchange de criptomonedas conocida como Buenbit, anunciaba a través del CEO Federico Ogue, que despedía al 50% del personal “por el nuevo contexto global”. La compañía también opera en Perú y México, donde evidentemente también habrá impacto.

Brasil fue uno de los países más afectados en la ola de despidos masivos. Hace poco menos de un mes, la plataforma de comercio digital VTEX también informaba del despido del 11% de su equipo, equivalente a unas 193 personas.

En las últimas semanas, sucedió otro de los casos que subió el grado de preocupación en trabajadores digitales: una empresa emergente de e-commerce brasileña despidió de manera grupal y por videollamada a 35 personas de su equipo.

La peruana Favo también anunció el despido de 170 empleados en Brasil, seguido de su retiro indefinido de este mercado. Además, las multimillonarias brasileñas QuintoAndar y Loft también despidieron alrededor de 160 personas cada una.

Cecilia Lindner, psicóloga con más de 12 años de experiencia en el ámbito empresarial, en diálogo con OHLALÁ! se pregunta: “En qué momento los Recursos Humanos de algunas empresas se han vuelto tan inhumanos. Es entendible que, muchas veces, por la situación económica las empresas pueden no contar con alternativas y verse en posición obligada de realizar despidos, pero aquí es cuando rescato una frase de Viktor Frankl, que dice que “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino”.

Es cierto que aún en las situaciones más difíciles podemos elegir cómo posicionarnos frente a las circunstancias: “Qué distinto hubiera sido si se hubiera actuado desde la empatía y desde la compasión, pudiendo reconocer el sufrimiento del otro y haciendo el intento de aliviar el sufrimiento de quien tenemos enfrente: personas que han dedicado tiempo, esfuerzo, compromiso en ese lugar de trabajo”, reflexiona.

Para Lindner, está a la vista lo que dejó la ola de despidos masivos tras el trato deshumanizado y falta de registro de las necesidades de la persona afectada. “El impacto de quedarse sin empleo de un momento para el otro es enorme y siempre trae consecuencias psicológicas. Sobre todo, cuando se hace frente a compañeros, por vías virtuales, sin tomar ningún cuidado acerca del contexto”.

Entre las consecuencias posibles, puede afectar la autoestima, generar un incremento del nivel de ansiedad, puede derivar en distrés, bajo estado de ánimo, depresión, apatía. “Este tipo de circunstancias vitales afecta definitivamente el bienestar psicológico. Todo dependerá de la personalidad base de cada persona el grado de afectación”, concluye.

Consultamos a Laura Noval, abogada experta en derecho laboral, acerca de las nuevas formas de despido y cuáles son los parámetros legales vigentes.

“En Argentina, la comunicación de un despido tiene que ser de forma fehaciente, es decir, por carta documento o por escribano público. También puede ser por una nota entre empleador y empleado, aunque eso es lo menos común. Pero -el gran “pero”-, al no estar conformada la figura legal de este tipo de empresas tecnológicas, al momento no están reguladas”, detalla Laura.

“Tanto en el país como en el resto de Latinoamérica, hay un problema de base y es que cuesta tener trabajos registrados y que se cumplan las leyes laborales. Partiendo de esa base, lograr que las leyes existentes se adapten a nuevas figuras empresariales como son las emergentes Startups, puede llevarnos mucho tiempo”, explica.

En el mundo, ¿qué pasa con este tipo de despidos?: “Eso dependerá de cuán avanzada esté la legislación de cada país, y cuánto logren adaptar la norma a este tipo de estructuras empresariales, principalmente manejadas a través de medios tecnológicos y de rápido desarrollo”.

Se puede pensar como los extremos más visibles de un mundo hiperconectado, el que nos ofrece la ilusión de poder trabajar para los cinco continentes con el solo hecho de contar con un dispositivo tecnológico, pero en un contexto donde cada vez hay mayor flexibilidad laboral.

Es como dice Laura, “si bien la tecnología nos puede ayudar muchísimo para avanzar, también deja desprotegida a la persona que presta el servicio, lo cual muchas veces sucede por conveniencia, y tantas otras por inoperancia”.