Estas son las 10 mejores series inglesas que estrenaron durante 2023

Estas 10 series sobresalieron en el panorama británico 2023 al cual pudimos acceder, es decir, entre las que se estrenaron oficial y legalmente en Latinoamérica. La salvedad está hecha porque, pese a la cada vez mayor cantidad de plataformas, siguen siendo muchas las producciones inglesas que no nos llegaron y quedaron en turbias aguas piratas, como la maravillosa temporada 3 de Happy Valley que bien podría liderar este listado.

Las siguientes, son las 10 seleccionadas en esta tarea imposible de recapitular el año (pues nadie puede jactarse de haberlo visto todo) y tienen un común denominador: son brillantes y se las recomienda con la ilusión de que las disfruten tanto como lo hicimos nosotros.

La revelación inglesa del año. Una ¿comedia? tan amarga como esperanzadora, repleta de humor negro y emoción. Sigue a una madre y su hija surfeando tiempos de crisis, donde lo único que queda, además de ilusiones, es sobrevivir día a día como se pueda. Pero se tienen a ellas y la ayuda de algunos personajes tan complicados como lo son sus propias relaciones. Sin romantizar a la pobreza ni convertirse en un espectáculo que abusa del dolor, la serie es magnéticamente atrapante, cínica, divertida, pero por sobre todo, poderosa. Rain Dogs es un imán para toda clase de sentimientos, formado por 6 cortos y hermosos episodios comandados por una Daisy May Cooper que entrega una de las actuaciones más fascinantes que vimos durante el 2023.

Narra la historia real del robo de 26 millones de libras esterlinas en lingotes de oro en los años 80, considerado el mayor hurto de la historia y que cambió para siempre al mundo de la delincuencia. Lo que podría ser una de esas historias que abundan sobre atracos, en realidad es un atrapante estudio de personajes al centrarse en los días que le siguieron al robo, mostrando cómo cada uno de los muchos involucrados se enfrentan al peso de un botín que es más de lo que esperaban, necesitaban o pueden soportar. La lucha de clases queda expuesta en un inteligente thriller con sello BBC, repleto de grandes estrellas.

Un show que mezcla la típica investigación de un asesinato con la ciencia ficción más pura, dando como resultado un espectáculo sumamente entretenido e intrigante que no deja darle pausa hasta terminar sus 8 episodios. Sigue a varios detectives en épocas diferentes, los años 1890, 1941, 2023 y 2053, quienes deben resolver la aparición de un cadáver, con la particularidad de que se trata siempre del mismo cadáver. ¿Cómo puede ser eso posible? Las paradojas temporales y lo sombrío del tratamiento de la serie han llevado a que se la llame "la nueva Dark", ese fenómeno también de Netflix, pero lejos está Bodies de querer ocupar ese lugar, sino que más bien lo que intenta es renovar el clásico policial, cosa que bien consigue.

La serie protagonizada por Gary Oldman y Jack Lowden (en un gran año para él, ya que también es el protagonista de la producción que ocupa nuestro puesto 2) llega a su tercera temporada con el mismo brillo que mostró en sus primeros días. Y eso no es algo simple de lograr. Siguiendo al ecléctico grupo de fracasados espías, considerados una vergüenza para el Servicio de Inteligencia Británico, presenta una nueva historia donde un secuestro no es lo que parece ser y los protagonistas quedan en medio de ello. Con el elenco aceitadísimo y el sagaz ritmo ya súper delineado, la serie escrita por el comediante Will Smith se consolida como lo mejor del género actual.

La comedia romántica creada y protagonizada por la talentosísima Rose Matafeo llegó a su tercera temporada con la cual, parece, hemos llegado al final del recorrido de la relación entre Jessie, una millennial y precarizada joven de Londres, y Tom (Nikesh Patel), un famosísimo actor de cine en el auge de su carrera. El romance, los idas y vueltas, el choque de mundos, todo lo que nos enamoró en las primeras entregas, en esta alcanzan la madurez definitiva sin perder ni un poco de magia. Rose decide terminar la serie en el punto justo, con una última decisión que se siente tan arriesgada como perfecta y dejándonos con ganas de más, cosa que quizás pueda ocurrir en algún momento hoy bastante lejano.

Cuando las series de superhéroes parecían estar comenzando a cansar, contando siempre la misma historia, llega esta nueva producción británica que, en clave de comedia, muestra un mundo donde todos los adolescentes reciben un superpoder al cumplir los 18 años. O casi todos, porque la protagonista del show es Jen (Máiréad Tyers), la única muchacha que no lo ha recibido. Siendo objeto de burla y tratando de lidiar con sus propias frustraciones, emprende un viaje de autodescubrimiento para saber quién es, qué quiere o para qué es buena en la vida. Todo repleto de risas, absurdo, situaciones incómodas y el toque justo de emoción.

Harry Treadaway interpreta al forense David Hunter, quien se había retirado de esa tarea para establecerse como médico en el pequeño pueblo de Manham. Pero cuando una mujer aparece muerta, debe volver a esa profesión sin quererlo e involucrarse en la investigación, siendo obligado a revivir un pasado traumático que desea olvidar y metiéndose de lleno en medio del peligro. Basada en las novelas más vendidas de Simon Beckett, es la clásica historia de "pueblo chico, infierno grande", sobresaliendo por la emocionante interpretación de Treadaway en uno de los mejores trabajos de su ascendente carrera, más crímenes retorcidos, giros ingeniosos y un polémico desenlace que no será del agrado de todos.

Se supone que fue el final, aunque nadie lo hizo oficial. Como sea, todos lo sentimos como una mágica despedida de la serie que surgió en plena pandemia de coronavirus y se convirtió en el mimo al corazón que necesitábamos en ese duro momento. La querida producción encabezada por Jason Sudeikis emitió sus últimos episodios que, pese a pequeños traspiés en varias de sus tramas, hicieron honor a un show que supo hacernos felices, robar lágrimas y reír a carcajadas gracias a sus carismáticos personajes. Si fue un adiós definitivo, el cierre estuvo a la altura de sus grandes picos creativos y se siente completamente adecuado, pero si deciden regresar, lograron dejarnos con ganas de tenerlos por mucho tiempo más en nuestras vidas.

Mientras la mayoría de las series actuales buscan innovar o renovar géneros, se agradece que, de vez en cuando, aparezca alguna que se mantiene decididamente en el más estricto clasicismo, sin intentar ser rupturista y abrazando reglas tradicionales con mucha altura. Es el caso de Steeltown Murders, un policial de la vieja escuela que oscila entre dos tiempos, 1973 y 2001, para desarrollar la investigación de un crimen que quedó sin resolver, al cual los avances en materia de ADN le dan una nueva chance de conseguir justicia casi 30 años después. Sólida y basada en un caso real, gana al explorar reflexivamente, en esa segunda línea temporal, todas las marcas que quedaron como dolorosas heridas de un pasado imposible de olvidar.

La primera producción original inglesa de Netflix ha dicho adiós. Presentó algunas fallas, sí, sea por apegarse demasiado primero a Lady Di y luego a su hijo William, o por culpa de la contemporaneidad en una historia que más nos supo eclipsar cuando fue de rigurosa época, pero eso no impidió que en su conjunto siga perteneciendo al selecto grupo que pocas series consiguen entrar: las que realmente quedan en los libros de historia de la TV. Si en esos momentos mencionados pareció alejarse de la The Crown que supimos amar, cuando recuperó el camino, como en el episodio de la princesa Margarita o en el glorioso capítulo final, demostró todo su poderío narrativo y visual, retirándose por la puerta grande.