Newsletter
Newsletter

Dejó Buenos Aires hace 40 años y fundó una ecoposada para conectar con la naturaleza

Traslasierra tiene un entorno natural único microclima especial y preparado para vivir una experiencia de descanso. Liliana encontró ahí su lugar en el mundo.


Liliana Racauchi dejó la ciudad y fundó una ecoposada.

Liliana Racauchi dejó la ciudad y fundó una ecoposada. - Créditos: Las Dalia



Hace 40 años, cuando todavía no había un idioma tan extenso para hablar sobre alimentación saludable, cocina circular y la implicancia de la comida en nuestra salud, Liliana tomó conciencia como pudo de todas estas cosas y decidió tomarlas como bandera para intentar sentirse más plena, segura, mejor parada frente a su propia vida.

"Esa percepción se fue haciendo cada vez más profunda, a tal punto que a los pocos años de ver cómo el medio iba actuando en mi salud psico física, sentí la necesidad, casi diría visceral, de vivir en medio de la naturaleza, y así fue como en el año 83, dejé mi departamento del barrio de Congreso en Buenos Aires y partí con mi hija (que en ese momento tenía 10 años) a Bariloche".

Un nuevo comienzo

El objetivo de aquella despedida de la capital era sentir la integración que a Liliana le faltaba: vivir en un entorno verdaderamente natural. Allí conoció a su pareja actual, armaron una familia ensamblada y cuando hijos e hijas crecieron enfrentaron el nido vacío con otro desafío: decidieron irse a vivir a Córdoba, al Valle Traslasierra. Allí, hace 28 años, fundaron Las Dalias un espacio en el que plasmaron su vida cotidiana para compartirla con el resto del mundo: la experiencia de una alimentación natural, equilibrada, sabrosa, el yoga, la meditación y el contacto con la naturaleza.

Las Dalias no solo es un centro de tratamientos de spa, reiki, reflexología, masajes, sino que es la primera Eco Posada del país y está rodeada de arroyos y montañas para un equilibrio entre cuerpo, mente y alma. Combina una mirada holística con principios sustentables y responsabilidad ambiental en un entorno natural y de relajación.

Liliana encontró su lugar en el mundo en Córdoba.

Liliana encontró su lugar en el mundo en Córdoba. - Créditos: Las Dalias

¿Cómo es vivir rodeada de naturaleza?

Bueno, en principio pasó tanto tiempo de aquel cambio que no concibo la vida de otra manera que no sea despertarme al amanecer y acostarme cuando apenas casi oscurece. Ver salir la luz del sol a través de la montaña cada día, como una fuerza vitalizante e iluminadora, escuchar el canto de los pájaros a la mañana, los grillos en las noches de verano, ver el transcurrir de la luna en todas sus etapas desde nueva a llena.

Percibir cada estación con su belleza. Los vientos y el florecer de la primavera, lo melancólico y colorido del otoño, el crujir de las hojas en cada caminata, el invierno con el fuego reparador en una casa de adobe, que elegí para vivir y sigo eligiendo…, el verano con los baños en el arroyo, el sol en cada estación, siempre cada día, la comida que me preparo diariamente orgánica, de huertos propios y vecinos, la facilidad en conseguir alimentos nobles, no de criaderos o de cultivos intensivos: no podría vivir de otra manera…

¿En qué cosas sentís que te desconectaste de tu “antigüa” vida para siempre?

Qué difícil… porque decir algo sería como hablar de logros y no me focalizo en eso, pero todo esto que mencioné antes es alimento que nutre al cuerpo y al alma, con lo cual la necesidad de los otros se hace menor. Si bien me encanta socializar y estar con diferentes personas, siento que los momentos de soledad, el silencio, el aire puro de la montaña, los sonidos de la naturaleza, han actuado haciendo que necesite menos del afuera. No obstante, necesito ver a mi hija y nieta máximo cada 2 meses o 3 como mucho y entonces viajo a la ciudad y me nutro de los afectos.

Para las ohlaleras que sueñan con tomarse un recreo, un descanso ¿pensás que alcanza con una semana de vacaciones para entrar en un mood relax si conectás con el lugar correcto?

Yo creo que va más allá del tiempo: si la necesidad de desconectar es real, a veces 2 días, 3, 4 son suficientes. En 7 días se logran muchas cosas, percibir el cambio que en vos genera la naturaleza, el aire, el oxígeno, la comida, el yoga, los tratamientos de spa que te permiten conectar con las sensaciones, con toda esto la cabeza frena el rumiar, sos más cuerpo, más bicho… y eso es salud entonces el cambio es más profundo.

Ahora, con años de distancia, ¿qué cosas de la vida en la ciudad no querés más para vos y por qué?

No quiero que me falte oxígeno ni aire puro. La contaminación es grande y se mete en tu mente, en tus órganos y sistemas corporales y estás más expuesto a estresarte, a enfermarte y a buscar paliativos artificiales para sentir que podés transitar el día a día. Rodeado de naturaleza, salís a caminar, te vas al arroyo, te metés dentro del agua y te cambia todo: Tampoco la percepción del afuera: no quiero tanto ruido, quiero el silencio para permitirme conectarme más conmigo misma, ver mis cosas, cuidarme. Relacionarme con otras personas, sí, pero sin bullicio.

Las más leídas

Te contamos cuáles son las notas con más vistas esta semana.

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

Estas mujeres trabajadoras argentinas hicieron historia y te contamos por qué

Estas mujeres trabajadoras argentinas hicieron historia y te contamos por qué


por Laura Gambale

Tapa de revista OHLALA! de mayo 2025 con Lali

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP