Belly blessing, un ritual sagrado para la maternidad: ¿dónde hacerlo en Buenos Aires?

Belly significa “panza” y blessing, “bendición”, es una ceremonia súper especial que celebra a la mujer embarazada durante su transición hacia la maternidad. El foco está puesto en la futura mamá y en su bebé, su bienestar emocional y la creación de una red de personas que la van a acompañar en esta etapa tan única. 

Esta práctica tiene sus raíces en la cultura navajo norteamericana, donde las ceremonias comunitarias son fundamentales en los momentos de transición. Si bien antes era solo para mujeres, hoy pueden participar los hombres importantes para la mamá, como su pareja, padre, hermanos o amigos. Lo que no cambia es la esencia: el acompañamiento y la contención. 

En este mundo donde vivimos corriendo, el belly blessing propone hacer una pausa para conectarse con lo mágico del nacimiento. La ceremonia suele hacerse a partir de la semana 37 de gestación, cuando el bebé ya está listo para nacer. Es un espacio íntimo donde la futura mamá puede compartir todo lo que siente, sus miedos y sus sueños, rodeada de amor y confianza. 

La ceremonia dura unas tres horas y arranca creando un espacio lleno de belleza y buena energía. Todos se sientan en círculo, con la embarazada en el centro, como símbolo de que todos están ahí para ella. Uno de los momentos más importantes es la ceremonia del hilo rojo: cada persona se ata un hilo en la muñeca mientras expresa sus intenciones para la mamá y el bebé. ¡Y esa pulserita se queda puesta hasta el día del parto como un símbolo de sostén! 

También se pueden realizar otros rituales. Se escriben y queman los miedos, se prenden velas con buenos deseos, se hace un banderín con mensajes positivos para el parto y se mima a la futura mamá con masajes y una corona de flores. Los cuencos tibetanos y la música de alta vibración crean un ambiente mágico, ideal para bailar suavemente y conectarse con el bebé. Un momento muy especial es cuando peinan a la futura mamá con mucho amor, trenzando flores en su cabello, mientras otras participantes le dan un baño de pies con plantas medicinales. La música, los aromas y la conexión con la naturaleza son súper importantes para crear el ambiente perfecto. 

La ceremonia puede hacerse donde la mamá quiera, aunque se prefieren lugares con naturaleza, aire fresco y mucha luz. Si bien cualquiera puede organizarla con amor y honestidad, es mejor contar con alguien que tenga experiencia, como una doula, que sepa mantener la energía adecuada y manejar momentos emotivos. 

Se necesitan velas, flores, cuarzos, mantitas y todo lo que ayude a crear un ambiente acogedor. La decoración suma, pero no es lo más importante: lo fundamental es crear un espacio de confianza y amor. ¡Ah!, y los celulares quedan afuera para conectarse de verdad. 

Esta ceremonia tiene efectos increíbles que van más allá de lo visible. Para la mamá, ayuda a reducir la ansiedad preparto, fortalece los vínculos con las personas queridas y crea memorias preciosas para toda la vida. Las mamás que participan de un belly blessing suelen llegar al parto más seguras y confiadas, sabiendo que tienen todo un equipo que las respalda. Y para el bebé, los beneficios son igual de importantes: la música de alta vibración y el estado de relajación de la madre le transmiten paz y bienestar. Además, el bebé siente todo ese amor que lo rodea y recibe las bendiciones de quienes serán parte de su vida, creando desde el vientre un vínculo especial con su comunidad. 

En un mundo donde estamos cada vez más conectados por pantallas pero más desconectados en persona, el belly blessing recupera algo hermoso: el valor de estar juntos, de mirarnos a los ojos, de compartir experiencias. No es raro que durante la ceremonia afloren emociones profundas y hasta lágrimas: es el poder de sentirnos verdaderamente acompañados. 

Lo más lindo es que cada belly blessing es único, como cada mamá y cada bebé. Algunas eligen incluir yoga suave, otras prefieren centrarse en la música y el canto. Hay quienes suman un tatuaje de henna en la pancita o un baño de pies con flores. La clave es que la ceremonia refleje la personalidad y los deseos de la futura mamá. 

El acompañamiento no termina con la ceremonia. Muchas veces, las personas que participaron del belly blessing forman una red de apoyo activa después del parto. Se organizan para llevar comida, ayudar con las tareas de la casa o simplemente estar ahí para escuchar cuando la nueva mamá lo necesite. Porque la maternidad es un camino largo y siempre es mejor transitarlo en compañía. 

Lo más valioso del belly blessing es que crea un espacio de contención emocional y espiritual para la futura mamá. No es solo una celebración linda: es un ritual que fortalece la red de apoyo que toda madre necesita. En una época en la que muchas mujeres viven el embarazo en soledad, esta ceremonia recupera algo esencial: que la maternidad, como tantas otras cosas en la vida, se disfruta mucho más en compañía. 

- Beza Perinatal

Centro integral de embarazo y crianza.  

Dónde: Diego Palma 3340, oficina 307 (tercer piso). Benavídez, Buenos Aires. 

Más info: www.bezaperinatal.com.ar. 

 

- Amuki Shala-Yoga Andino & Bienestar Holístico 

La ceremonia es realizada por Pilar Cortese, Fiona Heine y Loli Cósmica.  

Dónde: Pauli 770, Colinas de Villa Rosa, Pilar, Buenos Aires. 

Más info: @amukishala. 

 

- Espacio Tertulia.  

Fátima Perea, profesora de yoga integral, organiza el belly blessing.  

Dónde: en cualquier lugar elegido por la mamá o las amigas. 

Más info: @espaciotertulia. 

Expertas consultadas: 

 

Milagros Méndez Ribas, Médica especialista en psiquiatría perinatal. Directora de Beza Perinatal. Clara Cinto Courtaux 

Doula de Beza Perinatal. @bezaperinatal. 

Pilar Cortese Yogui, arte ritual, guardiana de Amuki Shala. @amukishala.