
El pediatra Diego Montes de Oca, sobre la estrategia del tiempo de calidad con los hijos: la "media hora"
El pediatra Diego Montes de Oca comparte en OHLALAND! su mirada sobre la crianza y la salud infantil, con consejos claros y prácticos para acompañar a los chicos en cada etapa.
22 de septiembre de 2025 • 13:43
En OHLALAND! seguimos compartiendo conversaciones que inspiran, informan y nos ayudan a transitar distintas etapas de la vida con más calma y herramientas. En esta edición, charlamos con el pediatra Diego Montes de Oca, que con su estilo claro y cercano nos acerca consejos fundamentales para acompañar la crianza de nuestros hijos.
Con una mirada integral sobre la salud infantil, Diego responde a las preguntas más frecuentes de madres y padres, y comparte recomendaciones prácticas para atravesar los desafíos de cada etapa. Desde los primeros cuidados hasta los hábitos que impactan en el bienestar de los chicos, su propuesta es siempre la misma: acompañar con amor, información confiable y mucha paciencia.
En esta videohistoria, vas a encontrar un intercambio que mezcla ciencia, experiencia y calidez humana, tres claves que hacen de Diego un referente a la hora de hablar de pediatría y crianza.
El médico, entre otras cosas, propone la estrategia de la "media hora" como un consejo central para mejorar el vínculo y la calidad del tiempo que los padres pasan con sus hijos. El consejo de la "media hora" (o 30 minutos) es una estrategia que el doctor aprendió después de 30 años de pediatría y lo propone como un ejercicio para los padres.
La clave es la dedicación total y la presencia plena:
• Compromiso diario: se propone dedicar media hora (30 minutos) por día.
• Tiempo medido: el tiempo debe ser por reloj.
• Presencia total: durante esos 30 minutos, el padre o la madre debe "tirar todo" (eliminar distracciones) y "estar con vos" (estar completamente con el niño).
• Consistencia: debe hacerse todos los días, sin importar si el niño se portó bien o mal, o si hay mal tiempo.
• Beneficio a largo plazo: el doctor asegura que si se hace esto desde que el niño tiene un año hasta los 15, los padres habrán pasado todos los días media hora mirándose a los ojos.
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