Figuritas del Mundial: 5 valores que los chicos aprenden con los coleccionables

El furor por las figuritas del Mundial generó que muchos especialistas en crianza compartan su opinión sobre la importancia que tiene para las infancias enfrentarse a la frustración, manejar la ansiedad y la espera, intercambiar y compartir con pares.

5 de octubre de 2022

La euforia por las figuritas del Mundial. - Créditos: Archivo/LA NACION.

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Faltan pocos meses para el Mundial Qatar 2022 pero, gracias al lanzamiento del álbum de figuritas oficial, grandes y chicos ya comenzaron a palpitarlo. Hay quienes creen que incentivar a las infancias a coleccionar figuritas, juguetes o cualquier otro producto es una herramienta capaz de fomentar nuevas cualidades y valores a través de una práctica que resulta muy divertida.

Cristina Caffaro, marketing manager de la empresa de juegos Vulcanita, señala en esa línea: “Los juguetes coleccionables, como carritos, muñecas, muñecos de acción y ahora álbumes y figuritas poseen, entre sus principales funciones, educar a niños y niñas desde temprana edad, ya que fomentan la concentración, la atención, la organización, el esfuerzo y muchos otros valores”.

Se resalta que, al comenzar una colección, las infancias aprenden sobre:

1
Tolerancia: ante escenarios donde no se puedan conseguir las figuras faltantes, es natural que se experimenten sensaciones de frustración. Al coleccionar, los niños y niñas están expuestos a esta experiencia y deberán aprender a superarla.
2
Paciencia: los jóvenes, niños y niñas que desean coleccionar deben esperar que salgan nuevas figuras. Es normal que en el mercado puedan escasear, demoren en llegar o simplemente no aparezca la pieza deseada. Ante estas situaciones la paciencia aparece como una gran virtud para no agobiar la diversión y seguir disfrutando de la experiencia.
3
Solidaridad: coleccionar puede ayudar a fomentar nuevas relaciones de amistad. Tradicionalmente para completar un álbum las infancias se ven obligadas a intercambiar figuras, esto promueve el compartir y la ayuda entre ellos, además de establecer vínculos que podrían durar en el tiempo.
4
Perseverancia: es muy fácil entender a través de una colección que debe existir un gran esfuerzo para poder completarla. Es allí cuando la resiliencia será protagonista para cumplir objetivos.
5
Autonomía: frente a una colección, los niños se verán obligados a tomar sus propias decisiones, ya sea para intercambiar, establecer prioridades y evaluar ciertas posibilidades; su independencia los llevará a responsabilizarse de sus acciones.

Las infancias pueden sentir pasión por las colecciones desde muy pequeños y este pasatiempo puede llegar incluso a acompañarlos hasta la edad adulta, reflejado en otros aspectos de la vida cotidiana, como el laboral, afectivo, familiar e interpersonal. Por esto, fomentar desde una edad temprana valores que promuevan no solo su desarrollo intelectual, sino que también los puede hacer sentir orgullosos de sus logros.

“Buscamos sembrar en los chicos valores adecuados para una generación con importantes responsabilidades a largo plazo. Promover actividades donde puedan aprender y poner a prueba sus conocimientos es indispensable y debe ser tratado como una prioridad para el desarrollo y progreso social”, agregó la referente de Vulcanita.

Cree que la idea de coleccionar debe ser considerada una actividad educativa, sea cual sea el elemento a recolectar. Existen muchas colecciones que pueden realizarse con objetos que no necesariamente deben comprarse, sino con el único objetivo de generar buenas experiencias y grandes aprendizajes.

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