¿Qué significa no mirar a los ojos durante una conversación?
¿Te cuesta mirar a los ojos cuando estás manteniendo una conversación? La coach ontológica y terapeuta emocional Celina Cocimano explica qué significa esto y ofrece ejercicios para mejorar el contacto visual.
9 de septiembre de 2024
Una pareja se mira a los ojos: ¿cuán sencillo es hacer contacto visual para vos? - Créditos: Getty
¿Te cuesta mirar a los ojos cuando estás manteniendo una conversación? Cuando una persona evita el contacto visual en una conversación suele ser un reflejo de su estado emocional interno.
No mirar a los ojos puede estar relacionado con diversas emociones y situaciones, como la timidez, la inseguridad, la culpa, el miedo o incluso la falta de confianza en sí misma o en el otro.
El contacto visual es una forma poderosa de comunicación no verbal que establece una conexión emocional y transmite una serie de mensajes sutiles. Sin embargo, no siempre es fácil mantenerlo, especialmente cuando se experimentan emociones intensas o incómodas.
La persona puede sentir que, si la miran directamente, se expondrá más de lo que está preparada para manejar y esto puede generarle inseguridad o timidez: marca un signo de baja autoestima o inseguridad.
También puede suceder en situaciones en las que se siente amenazada, juzgada o ansiosa, lo que genera que evite mirar a los ojos para protegerse de la confrontación o para reducir el estrés emocional que la situación le genera, ya que puede estar vivenciando sensaciones de miedo o ansiedad.
Cuando ante una situación la persona siente culpa o vergüenza por algo, evitar el contacto visual es una manera inconsciente de intentar esconder esos sentimientos: no quiere enfrentar la desaprobación o el juicio del otro.
La falta de confianza en el otro puede hacer que la persona se sienta incómoda, insegura, o incluso que no se sienta segura de mostrar su vulnerabilidad a través del contacto visual.
En algunos casos, evitar mirar a los ojos puede ser un signo de que la persona está emocionalmente desconectada de la conversación o simplemente no está interesada en lo que el otro está diciendo.
Pero también, según la programación neurolingüísticala (PNL), se reconoce que las personas utilizan los ojos para acceder a diferentes tipos de información en su mente. Por ejemplo, cuando alguien mira hacia arriba, puede estar accediendo a imágenes visuales, mientras que si mira hacia un lado, podría estar buscando sonidos o diálogos internos. Cuando una persona evita el contacto visual, podría estar profundamente inmersa en este proceso interno, tratando de recordar o crear una respuesta adecuada.
Otra interpretación común en PNL es que el evitar el contacto visual puede ser un signo de que la persona está ocultando algo o no está siendo completamente honesta.
Es importante recordar que la PNL no trata de etiquetar o juzgar a las personas por sus comportamientos, sino de comprender el significado detrás de ellos. La falta de contacto visual no siempre es un signo negativo; puede ser una estrategia inconsciente de autoprotección o un reflejo de procesos internos que necesitan más atención.
Para interpretar correctamente la falta de contacto visual es esencial considerar el contexto completo de la conversación y la personalidad de la persona. Algunas personas son naturalmente más introvertidas o ansiosas, y evitar el contacto visual puede ser su manera de lidiar con situaciones sociales difíciles.
Algunos consejos para practicar y poder mirar a los ojos
Desarrollar la autoconfianza es fundamental para sentirse cómodo al mirar a los ojos. Esto puede incluir la autoafirmación, el trabajo en la autoestima y la práctica de la autoaceptación.
Empezar a practicar el contacto visual en situaciones cotidianas, como al hablar con amigos o familiares. La práctica constante ayudará a que se sienta más natural y menos amenazante.
Es importante identificar qué emociones están detrás de la evitación del contacto visual. Una vez que se reconocen, es posible trabajarlas de manera consciente.
Si el miedo o la ansiedad están presentes, intentar crear un entorno seguro para las conversaciones. Esto puede incluir hablar en un lugar cómodo o con personas en las que confíe.
Aprender y utilizar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación antes de una conversación puede ayudar a calmar los nervios y reducir la ansiedad, facilitando el contacto visual.
Comenzar con objetivos pequeños, como mantener el contacto visual durante unos segundos, e ir aumentando gradualmente a medida que se sienta más cómodo.
Comprender que el contacto visual no solo es una señal de respeto y atención hacia el otro, sino también una forma de mostrar autenticidad y confianza puede motivar a la persona a trabajar en ello.
Mirar a los ojos durante una conversación es una habilidad que se puede desarrollar con tiempo y práctica. Al hacerlo, no solo se fortalece la conexión con el otro, sino que también se refuerza la propia seguridad y presencia en el mundo.
El acto de no mirar a los ojos en una conversación puede ser un reflejo de múltiples factores emocionales y mentales. Es una oportunidad para explorar lo que ocurre internamente en la persona y cómo esos procesos afectan su comunicación externa. Al comprender las razones detrás de este comportamiento, no solo se puede mejorar la interacción con los demás, sino también fomentar un crecimiento personal que promueva la autenticidad y la confianza en las relaciones humanas.
La comunicación efectiva va más allá de las palabras y el contacto visual es un puente que conecta corazones y mentes. Por lo tanto, cultivar la habilidad de mirar a los ojos al hablar no solo fortalece nuestras conexiones, sino que también nos acerca a una comunicación más auténtica y significativa.
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