Reserva ovárica: ¿cómo saber cuántos óvulos nos quedan?
Desde que nacemos venimos con la cantidad de óvulos para el resto de nuestra vida. ¿Cuántos nos quedan y para qué?
26 de julio de 2024
Reseva ovárica: ¿cuál es la cantidad de óvulos que tenemos? - Créditos: Getty
Los tiempos cambiaron, de eso no hay ninguna duda. No es lo mismo ser mujer hoy que hace treinta o cuarenta años: nuestras necesidades no son las mismas, la sociedad es diferente y hasta la expectativa de vida aumentó, lo que corrió todos los procesos vitales.
Todas estas transformaciones nos llenan de preguntas sobre nuestras elecciones en torno a los vínculos, las parejas, el trabajo, la carrera y –obviamente– la maternidad. Fue recién con el avance de la última ola feminista que muchas mujeres nos animamos a poner en tensión el tema de “ser madres”. ¿Queremos o no? ¿Es ahora el momento o en unos años? ¿De qué forma queremos maternar? Son todas preguntas que en el último tiempo empezamos a permitirnos decir en voz alta, a abrir el juego para debatir con otras mujeres.
La decisión de aplazar la maternidad trajo aparejadas otras cuestiones que antes no eran tan vox populi, y una de ellas es la fertilidad. El varón conserva su capacidad fértil durante toda su vida. La mujer, en cambio, cuenta con una cantidad de óvulos limitada que se pierden desde el nacimiento hasta la menopausia.
Dentro de ese universo complejo, la “reserva ovárica” es un concepto que se escucha cada vez más. ¿De qué se trata? ¿Cómo puedo conocerla? ¿De qué sirve esa información?
Una “foto” de tus óvulos
Se llama reserva ovárica a la carga de ovocitos (también conocidos como “óvulos”) que una mujer tiene para toda su vida reproductiva. Esa cantidad de óvulos ya está determinada desde antes de nacer. Sí, aunque suene increíble, ¡ya están en nuestros ovarios desde la vida intrauterina! Pero ese número irá disminuyendo a medida que pasen los años, en un proceso exponencial e irreversible desde el nacimiento hasta la menopausia.
Se estima que, al nacer, contamos con un millón de ovocitos, de los cuales alrededor de 400.000 estarán en la pubertad, pero solo 400 serían los “ovulados” durante la vida fértil de una mujer. ¿Qué pasa con los demás? “El resto de los ovocitos u óvulos ‘no usados’ mueren ciclo a ciclo, mes a mes, y los que aún queden en nuestro cuerpo irán envejeciendo con nosotras, perdiendo energía y capacidades intrínsecas de ellos mismos, cruciales para la creación de un embrión a futuro”, explica Lara N. Razuk, médica tocoginecóloga especialista en fertilidad en Halitus Instituto Médico.
Por lo tanto, el período de mayor reserva ovárica (y de mayor fertilidad) se sitúa entre los 16 y los 30-35 años. A partir de esta edad, y sobre todo desde los 40 años, el descenso de la reserva ovárica es especialmente significativo e irá disminuyendo hasta el completo agotamiento, que dará inicio a la menopausia.
¿Cuándo y para qué hacerme este estudio?
¿Y cómo podemos conocer nuestra reserva ovárica? Si bien no existen certezas, sí hay ciertos parámetros para valorar dicha reserva. El factor más importante (por cantidad y calidad de ovocitos) es la edad de la mujer. A más edad, menos óvulos y menor calidad de estos, tal como explica nuestra experta.
Otros parámetros que se usan para estimarla es un análisis o “test de reserva ovárica”, que consta de dos partes: un laboratorio (es decir, una extracción de sangre), que se realiza durante los primeros 4 días del ciclo y en el que se evalúa el perfil hormonal reproductivo; y una ecografía transvaginal para hacer un “conteo” de los folículos, también durante los primeros días del ciclo (cada folículo alberga un ovocito, y es lo que se puede ver por ecografía).
Estos estudios suelen tener cobertura por obra social y son tan sencillos como extraerse sangre e ir a hacerse una ecografía. Pero ¿para qué sirve conocer nuestra reserva ovárica?
“Lo ideal es tener una noción de nuestra reserva ovárica antes de los 35 años, de manera que una pueda, eventualmente, tomar la decisión, por ejemplo, de vitrificar ovocitos para ponerle freno al paso del tiempo y hacerse con un pool de óvulos que podrá usar a futuro, y que mantendrán sus cualidades aunque la mujer sea mayor al momento de desear gestar”, detalla nuestra experta consultada.
En pocas palabras, conocer nuestra reserva ovárica nos brinda información concreta a partir de la cual podemos, luego, tomar decisiones con respecto a nuestra maternidad, por ejemplo, encarar la búsqueda de un hijo con nuestra pareja o congelar óvulos.
Sin embargo, saber cuál es tu reserva ovárica no significa conocer tu fertilidad o tu probabilidad de quedar embarazada de forma natural, cuestión que pone en juego otra cantidad de factores más complejos. Siempre es importante decidir la realización de este estudio con tu médica ginecóloga, quien además evaluará los resultados y te podrá explicar su alcance.
Calidad vs. cantidad
Es clave destacar que una cosa es la cantidad de óvulos que tenemos y otra distinta es su calidad. Si bien la cantidad se puede conocer a partir de estos estudios, lo cierto es que aún no existe forma de saber exactamente cuál es la calidad de nuestros óvulos. Aunque, en general, la calidad está muy vinculada con la edad, puede haber factores hereditarios o particulares de cada mujer que la modifiquen.
“Puede pasar que pacientes jóvenes con baja reserva por falla ovárica o de herencia tengan además una mala calidad de óvulos, y también que mujeres grandes con baja reserva tengan buena calidad. Pero, en líneas generales, la calidad de los óvulos va muy de la mano de la edad, porque tiene que ver con la energía y el ATP de las mitocondrias (la molécula energética principal de la célula), y eso envejece y se va perdiendo”, agrega nuestra experta.
Actualmente, desde la medicina se están comenzando a desarrollar herramientas con inteligencia artificial que podrían predecir la capacidad futura de un óvulo para formar embriones sanos, pero es una tecnología muy incipiente que tiene altos costos y que aún se está estudiando.
"La información me dio tranquilidad", por Por María Fiorincino
A los 33 años, quise hacerme el examen de reserva ovárica: cuando le planteé esto a mi ginecóloga, no se notó del todo convencida. Ella me mencionaba que aún no tenía 35 y que no tenía que preocuparme por ello. Insistí en que para mí era importante y quería realizarlo. Para hacer el examen, solo tuve que sacarme sangre y la obra social lo cubrió.
¿Por qué insistí con conocer mi reserva ovárica? Porque una amiga me había comentado que una chica de 28 años que ella conocía contaba con muy poca reserva ovárica y que, si quería realmente quedarse embarazada, no podía esperar más. La historia me preocupó.
Durante mi adolescencia y mediana adultez, nunca había leído o al menos estado informada de que había posibilidad de hacerse un estudio para saber cuál era tu reserva ovárica. Es un dato que toda mujer debería conocer, ya que puede llegar a ser “tarde” cuando la información te llega, intentando quedar embarazada y no pudiendo lograrlo.
Por cómo se ha desarrollado el rol de la mujer en estas últimas décadas, la decisión de ser madre se ha aplazado bastante; mismo dentro de mi grupo de amigas es un tema que recién ahora, con 35 años, estamos hablando. Querer ser madre a esta edad o en un futuro cercano te obliga a informarte acerca de qué herramientas hay disponibles para, por ejemplo, congelar óvulos (en caso de querer postergar la decisión unos años), congelar embriones o incluso hacerse los estudios para conocer tu reserva ovárica. En mi caso, la información en el momento indicado me ayudó a ganar tranquilidad.
Experta consultada: Lara N. Razuk. Médica tocoginecóloga especialista en fertilidad. En Halitus Instituto Médico. lara.razuk@halitus.com.
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