Real self: ¿de qué se trata la nueva experiencia inmersiva que agota entradas en Buenos Aires?

Pero la propuesta de Real self es algo que nunca antes había vivido. Definitivamente no es un espectáculo, no es un show, a no ser que interpretemos show literalmente como un momento en el que se nos muestra, devela o revela algo. Sí, puede ser que descubras algo. Y porque la magia de la propuesta es que lo descubras en el momento, en esta columna solo voy a dejarles algunas pistas.

No recuerdo cuando vi por primera vez a alguien vestido con el traje y la máscara de Real Self en alguna story de Instagram. Pero en ese momento el misterio logró su cometido y despertó mi curiosidad. “Quiero ir”.

Saqué dos entradas para ir con una amiga aunque hoy puedo decir que mucho no importa con quién vas ya que una vez adentro estás sola. ¿Cómo es eso? Sí. Después de pasar un rato en el hall de entrada, pasé a una antesala en la que había 150 cajas numeradas y un grupo de guías que, sin hablarme, me indicaron frente a qué caja ubicarte. En ese momento, me separé de mi amiga. Todos se separaron de sus conocidos.

Parada frente a un box con una letra y un número vi una máscara blanca (la misma que tienen los guías y la que había visto en Instagram) y una llavecita. Un video nos dio las indicaciones para que nos vistamos con esa máscara y el traje que está dentro de la caja en tiempo record. Una vez vestida, te dejan sacarte una selfie (la última antes de entrar) en la que descubrí que había perdido a mi amiga y que, estaba rodeada de 149 personas, sin género, sin identidad, listas para vivir algo diferente.

Dejé mi celu con la cartera y mis cosas bajo llave en el box y me llevé la llavecita. Ahí sí, ya en una sala mucho más grande, el silencio y la incomodidad de no saber quiénes eran los que estaban a mi alrededor empezó a hacer efecto. Estaba un poco nerviosa.

La experiencia en sí misma no puede contarse. Contarles qué es Real self, anula la posibilidad de vivirlo sin prejuicios. Pero sí voy a darles algunas pistas ya que, aunque yo la pasé increíble, no creo que sea para cualquiera. Algunos dicen que se trata de un encuentro con uno mismo, hablan de autoayuda, de “viaje hacia adentro”; otros hacen hincapié en lo liberador de la experiencia, en esto de ser anónimo y sentirte libre de poder hacer eso que no harías sin la máscara.

La propuesta tiene un poco de eso aunque puede ser más profunda o más superficial, dependiendo de cómo la vivas. Lo que hace es presentar ciertos disparadores que te dejan pensando no solo en lo que te pasa a vos frente a ciertas preguntas o decisiones a tomar sino también, y sobre todo, en lo que le pasa a los demás. Observar, sin hablar, cómo otros reaccionan a ciertos estímulos te deja pensando que todos somos muy parecidos, que nos pasan las mismas cosas, que no sos la única como creías. Durante la hora que pasé en esa sale recorrí, además del espacio físico, una cantidad de emociones. Nervios, ansiedad, asombro, vergüenza (sí, incluso en el anonimato), alegría, tristeza, euforia, calma, temor, incomodidad, seguridad, disfrute. Un viaje. Puede ser. En mi casa no fue de esos que te cambian la vida pero sí de los que te sacuden un poco y te hacen sentir viva.