
Murió Jane Goodall, la mujer que nos enseñó a mirar a los chimpancés (y al mundo) con otros ojos
La primatóloga británica, pionera en el estudio de los chimpancés y referente mundial en la defensa de la naturaleza, falleció a los 91 años. Su legado trasciende la ciencia: nos enseñó a mirar el planeta con empatía, respeto y esperanza.
1 de octubre de 2025 • 15:22

Murió Jane Goodall, la ambientalista que nos enseñó a amar a los chimpancés - Créditos: OHLALÁ!
Jane Goodall, la primatóloga británica que revolucionó la ciencia y se convirtió en una de las voces más influyentes en la defensa de los animales y la naturaleza, falleció a los 91 años por causas naturales, informó el Instituto Jane Goodall en un comunicado. La noticia se conoció este miércoles, mientras Goodall se encontraba en California como parte de una gira de conferencias en Estados Unidos.
“Los descubrimientos de la Dra. Goodall como etóloga revolucionaron la ciencia, y fue una incansable defensora de la protección y restauración de nuestro mundo natural”, expresó la organización que ella misma fundó en 1977.
Una vida marcada por los chimpancés
Su historia de amor con la naturaleza empezó temprano. Nació en Londres en 1934 y, a los dos años, recibió de regalo un chimpancé de peluche llamado Jubilee. Ese juguete, que conservó toda su vida, anticipaba un destino que parecía escrito.
El gran giro llegó a los 23 años, cuando viajó a Kenia con un título de secretaría y mucha curiosidad por el mundo. Allí conoció al antropólogo Louis Leakey, quien la animó a embarcarse en una aventura que cambiaría su vida y también nuestra comprensión de los chimpancés.
En 1960, Leakey la envió al Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, para observar de cerca a estos animales. Fue allí donde Goodall descubrió comportamientos hasta entonces impensados: los chimpancés fabricaban y usaban herramientas, se alimentaban de pequeños mamíferos y desplegaban una compleja vida social. Ese hallazgo no solo desafió las creencias científicas de la época, sino que obligó a redefinir qué significa ser humano.
Más allá de la ciencia
Goodall no solo fue investigadora: fue narradora, activista y puente entre especies. Inspirada desde niña por libros como El libro de la selva y Tarzán, entendía a los chimpancés con una empatía que transformó la forma en que la ciencia se relaciona con los animales.
Obtuvo su doctorado en Cambridge, creó el Instituto Jane Goodall y recorrió el mundo defendiendo la conservación y el respeto por todas las formas de vida. “Es perfectamente posible estar involucrada sentimentalmente con los chimpancés y sentir empatía por ellos”, solía decir.
Desde 1987, dedicó gran parte del año a viajar incansablemente para dar conferencias y movilizar a nuevas generaciones en favor del planeta. Su trabajo inspiró programas educativos, series de televisión y un movimiento global de jóvenes comprometidos con la naturaleza.
Reconocimientos y legado
La lista de distinciones que recibió es tan extensa como su influencia: el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica, el Premio Internacional de Catalunya, la Medalla Hubbard de la National Geographic Society, el Premio Templeton, entre muchos otros. En 2002 fue nombrada Embajadora de Paz de la ONU.
Pero más allá de las medallas y los títulos, su verdadero legado está en haber inspirado a millones de personas a mirar de otra manera el vínculo con el planeta.
Una mujer eterna
De algún modo, Jane Goodall nunca se fue del todo. Está en cada documental donde los chimpancés usan herramientas, en cada causa ambiental que la toma como bandera, en cada niña que sueña con ser científica, exploradora o defensora de los animales.
Con su mirada serena y su voz suave, nos recordó que la empatía también es ciencia, y que proteger la vida en todas sus formas es, quizá, la mayor misión que tenemos como especie.
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