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“Adentro”: la novela de Mercedes Funes que aborda la salud mental sin estereotipos

La periodista y escritora Mercedes Funes debuta en la ficción con Adentro, una novela que se sumerge en una internación psiquiátrica voluntaria para hablar, con crudeza y humor, sobre salud mental, deseo, crisis y el fino borde entre lo que se considera normal y lo que no.


“Adentro”: la novela de Mercedes Funes que aborda la salud mental sin estereotipos

“Adentro”: la novela de Mercedes Funes que aborda la salud mental sin estereotipos - Créditos: Planeta



Llega un momento en que el orden se rompe. Una crisis se vuelve ingobernable, la vida cotidiana ya no alcanza para sostener el cuerpo ni la mente, y entonces aparece la decisión más inesperada: internarse. Adentro, la primera novela de Mercedes Funes que acaba de publicar Planeta, arranca en ese punto de quiebre y avanza sin miedo por el territorio tabú de la salud mental. Contada desde una voz narrativa que se deshace y se reconstruye a través del lenguaje, la historia de Isabel –una mujer que busca descanso y encuentra encierro– interpela con intensidad y sin moralejas. En esta entrevista, Mercedes habla del detrás de escena de la escritura, del rol de la ficción como espacio de preguntas incómodas, de la amistad entre mujeres, y de cómo el deseo persiste incluso cuando todo alrededor se desmorona.

- El libro arranca con una internación voluntaria. ¿Cómo surgió la necesidad de escribir Adentro y qué te interesaba narrar sobre ese momento tan íntimo y tan tabú? 

– Me interesaba contar la locura como algo mucho más cercano de lo que queremos admitir. La locura funcional de una sociedad que convive con problemas de salud mental de manera cotidiana, tomando pastillas y buscando la solución en terapias más o menos ortodoxas mientras cumple con sus obligaciones, se toma el colectivo, va al trabajo y lleva a los chicos al colegio o nos gobierna. En todo el mundo, hoy la locura manda, está expuesta, sobre todo después de la pandemia. Y entonces cada vez es más difícil distinguir la línea que separa los trastornos que requieren internación de los que no, el límite entre quiénes deberían estar adentro y quiénes afuera. Quizá por eso el tema es tabú, porque a todos nos toca de cerca. Me interesaba contar una historia que hablara de eso: de cómo la locura no siempre se ve, no siempre se diagnostica, no siempre se dice en voz alta, pero sin embargo está ahí y es protagonista.

Adentro, la primera novela de Mercedes Funes (Planeta)

Adentro, la primera novela de Mercedes Funes (Planeta) - Créditos: Planeta

- Tu protagonista dice que se internó buscando descanso, pero termina arrepentida de la decisión. ¿Qué descubrimientos surgieron en esa caída, tanto para ella como para vos como autora?

–Isabel, la protagonista de Adentro, se interna con una idea un poco romantizada de lo que puede ser una internación psiquiátrica. Ella cree que se va a una especie de spa a descansar de una crisis personal, y que la clínica de salud mental es un lugar en donde puede hacer un alto para barajar y dar de nuevo. Isabel busca repararse, que es algo que tiene que ver con el deseo contemporáneo de “mejorarnos” incluso en los bordes del colapso. Pero claro, “la química y las malas decisiones”, como dice ella, la ponen en situaciones todavía peores y entonces se da cuenta de que sigue cayendo y de que no parece haber un fondo, porque siempre puede caer un poco más, incluso amparada por ese mismo deseo de sentirse mejor, de ser querida. Isabel decide internarse voluntariamente buscando una reparación, pero lo que encuentra es otra cosa: una institución que no la suelta, y sobre todo, una cabeza que no encuentra la puerta de salida.
  
- Hay momentos muy duros. ¿Creés que es posible darle una cuota de humor a una novela que trata sobre la salud mental?

– Sí, creo que lo denso y angustiante que puede ser el tema, como en la vida, se lleva con humor. Y también me parecía importante mostrar que una persona puede estar perturbada y seguir riéndose de ella y de los demás, deseando, queriendo, haciendo planes aunque por momentos quiera matarse. Me interesaba narrar una locura que no fuera una caricatura ni una sentencia clínica: una locura que respire, que piense, que se contradiga y se ría.

- ¿Cómo fue el proceso de construcción de esa voz narrativa?

Adentro es una historia contada desde una primera persona que no busca que le creas, sino que la escuches. No es confiable ni del todo clara, pero está desesperada por narrarse. Me interesaba explorar una voz que se resquebraja mientras intenta sostenerse con palabras. En el fondo, Adentro también es una historia de deseo. De alguien que, incluso en el encierro, quiere enamorarse, ser vista, entendida. Eso me interesa mucho: cómo el deseo sigue latiendo incluso cuando todo alrededor se vuelve opaco.

Mercedes Funes publicó Adentro (Planeta)

Mercedes Funes publicó Adentro (Planeta) - Créditos: Planeta

- ¿Qué te permitió la ficción que no habías encontrado en el periodismo o en tus libros anteriores?

– El periodismo es el mundo del rigor y el dato, la pulsión que hay detrás –se logre o no–, es la búsqueda de la verdad, de una verdad. La ficción, en cambio, es un lugar en donde uno puede elegir de qué hilos tirar para develar un mundo imaginario, donde la verdad no importa. Yo hice trampa porque la protagonista es periodista, así que algunos datos igual la obsesionan, pero la ficción permite que la historia pueda narrarse desde la ambigüedad, el delirio, el humor y una verdad de otro tipo, que es la verdad emocional. Esa es la única condición que exige una historia como ésta, que las emociones que se cuentan sean verosímiles. La literatura para mí es un espacio donde puedo explorar eso sin necesidad de dar respuestas, sólo haciendo las preguntas que me importan.

- Gabriela Cabezón Cámara y Florencia Etcheves comentaron y elogiaron la novela. ¿Qué significaron para vos esas devoluciones?

- Flor Etcheves es una de mis amigas más queridas, nos conocimos hace diez años en la organización de la primera marcha de #NiUnaMenos, en 2015, y desde entonces creo que no hubo un día sin que habláramos de las cosas más triviales y las más trascendentes que nos pasan: nacimientos, amores, mudanzas, duelos, hijos, libros, series, chismes, ropa, cremas, y toda la diversidad que habita en el universo de las amistades femeninas. Tenemos un grupo de chat con nueve de las periodistas que convocamos a esa manifestación contra la violencia de género y estamos ahí hablándonos de todo de la mañana a la noche. Ella, que es una escritora consagrada y una de las mujeres más brillantes que conozco, fue la primera que leyó la novela cuando tuvo forma y la que me convenció de que la llevara a Planeta, con una generosidad sin límites que es una de las razones por las que la quiero tanto. A Gabriela Cabezón Cámara –que también fue parte de aquella primera marcha de #NiUnaMenos–, la admiro y tengo la suerte de que hoy sea mi maestra, hago taller de escritura con ella y es uno de los espacios de mi vida que más valoro, porque su mirada es clara y amorosa y porque hay algo de magia en los grupos que forma, donde cada devolución suma para el proceso creativo. Fue un honor que estas dos mujeres geniales leyeran Adentro y la comentaran con tanta generosidad junto a Santiago Llach y Horacio Convertini, que también fueron parte fundamental en la escritura de esta novela. 

 

- En el libro se habla de salud mental sin filtro.  ¿Te interesa aportar a la desestigmatización desde la literatura?

– Sí, fue una búsqueda que me propuse desde el primer momento. No me interesa convertirme en una vocera de la salud mental, ni dar mensajes clínicos o educativos, pero sí abrir un espacio para pensar y transitar la ambigüedad, la tensión entre el deseo de sanar y el miedo a salir de nuestra propia locura. Adentro nace de una pregunta incómoda que muchos nos hemos hecho alguna vez: ¿hasta qué punto podemos controlar nuestras crisis? Yo no quería demonizar ni idealizar las instituciones de salud mental, pero sí poner en escena lo complejo de confiar tu cabeza a un sistema. ¿Quién decide cuándo estamos bien? ¿Quién puede firmar el alta de una crisis mental?

- ¿Qué te gustaría que le pase al lector o lectora que se sumerja en Adentro?

– A mí me gusta algo que dice mi amiga Flor sobre sus novelas: “Yo escribo para que al lector se le quemen las milanesas que dejó en el horno”. Me gusta porque es simple y potente, y realmente lo primero que me gustaría que pasara es eso: que las y los lectores se entretengan, que la lectura los atrape. Adentro es una historia fuerte y por momentos asfixiante, pero creo que Isabel tiene algo con lo que muchos van a poder identificarse. Me gustaría que se conmuevan y se rían con ella, que le quieran gritar “Salí de ahí, Maravilla” y sientan su impotencia, como si fuera una amiga a la que ven caer, sabiendo que no van a poder hacer mucho más que estar ahí para presenciar el golpe. 

Por Andrea Albertano, gentileza para OHLALÁ! @andreaalbertano

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