
Náuseas en el embarazo: ¿sabías que es un problema médico que tiene solución?
Las náuseas en el embarazo suelen ocurrir durante el primer trimestre, pero ¿qué pasa cuando estas continúan? La genetista Marlena Fejzo estudió la hiperémesis gravídica, que tuvo durante su gestación. Te contamos de qué se trata.
10 de mayo de 2024

Descubrieron que las náuseas durante el embarazo son un problema médico
Tanto en las películas como en la vida real, cuando una mujer vomita lo primero que le preguntan es "¿No estarás embarazada?". Y esto es porque alrededor del 80% de las mujeres embarazadas suelen tener náuseas o vómitos. Las posibles causas incluyen niveles elevados de hormonas, fluctuaciones de la presión arterial y cambios en el metabolismo de los carbohidratos. Las náuseas y/o los vómitos suelen ser leves y manifestarse durante el primer trimestre, para luego desaparecer. Pero, algunas mujeres, experimentan esto de forma grave, que incluso puede llegar a requerir hospitalización.
Así lo vivió Marlena Fejzo, una genetista estadounidense que sufrió náuseas y vómitos intensos durante todo el embarazo. Pero en lugar de comprensión y tratamiento, el equipo médico le restó importancia y la trataron de histérica. En su segundo embarazo, los vómitos (y su consiguiente pérdida de peso) hicieron que sufriera una pérdida gestacional. Marlena, entonces, hizo de la búsqueda de la causa de su enfermedad- la hipermesis gravídica- su misión de vida.
¿Qué es la hipermesis gravídica?
Si bien las náuseas matutinas pueden considerarse "normales" durante el embarazo, entre un 1% y un 2% de mujeres vomitan hasta 50 veces al día, pierden peso y se deshidratan. También causa pérdida de peso, desequilibrios de electrolitos y, en los casos más graves, requerir hospitalización. Es una enfermedad incapacitante llamada hiperémesis gravídica. Esta no solo pone en peligro la salud de la madre, sino que puede llegar a interrumpir el embarazo.
Sin embargo, hasta hace unos meses, se desconocía qué mecanismo hacía que las mujeres vomitaran así durante el embarazo. Y esta laguna científica se llenó con prejuicios e hizo que esta enfermedad fuera (y aún hoy es) subdiagnosticada. Cuando vomitaban demasiado, a las mujeres se les decía que lo hacían porque querían abortar o para llamar la atención, no solo discriminando a las pacientes, sino poniendo en riesgo su salud mental.
“Es lo normal. ¿No estarás exagerando?”, le respondían a Marlena. Durante su segundo embarazo, lo único que podía hacer era acostarse boca arriba, ya que incluso girar hacia un lado le provocaba náuseas debilitantes. Se alimentaba por vía intravenosa. "Cada segundo", dice, "era una tortura". Por eso, decidió dedicar su carrera a descubrir la verdadera causa de su enfermedad y recientemente publicó en la revista Nature el último estudio en el que ha participado. Un estudio que la acerca un poco más a comprender qué le pasó hace más de 20 años y que les sigue pasando a miles de mujeres hoy.

Las náuseas y vómitos durante el embarazo pueden tomar la forma de hipermesis gravídica
Los vómitos durante el embarazo tienen una causa orgánica
Marlena Fejzo es investigadora en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California. Comenzó su indagación con una encuesta en línea para aprender más sobre las experiencias de otras personas que habían tenido hipermesis gravídica. Los resultados sugirieron que la afección era hereditaria; muchos pacientes dijeron que sus madres o hermanas también la habían vivido. Luego de analizar miles de muestras, Fejzo descubrió que la hormona GDF15, que está relacionada con la supresión del apetito y los vómitos, y que el cuerpo produce intensamente durante el embarazo, podía predisponer a las personas a esta enfermedad.
En diciembre del año pasado, más de dos décadas después de su desgarradora experiencia, logró otro gran avance. En un artículo publicado en Nature, informó que las personas con hipermesis gravídica tienden a tener niveles elevados de GDF15 en sangre durante el embarazo, pero producen cantidades inferiores a la media antes del embarazo. Cuando los niveles de de esta hormona aumentan naturalmente después de la concepción, el impacto en el sistema provoca las implacables náuseas y vómitos.
Este hallazgo abre vías prometedoras de tratamiento. Fejzo ahora trabaja en un ensayo clínico para encontrar una terapia preventiva. Como ella sufrió su condición en silencio, quiso encontrar la respuesta científica para que ninguna otra mujer con esta enfermedad sea descuidada por los médicos.
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