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Gatolicismo: por qué nos cautivan tanto los gatos, según una experta

La pasión por los gatos va mucho más allá de la compañía doméstica. Nai Osepyan, especialista en conducta gatuna y autora del libro Gatolicismo, que acaba de publicar Planeta, propone una mirada amorosa, mística y profundamente respetuosa sobre estos animales que, para muchos, son verdaderas deidades de siete vidas.


Nai Osepyan, especialista en conducta gatuna y autora del libro Gatolicismo,

Nai Osepyan, especialista en conducta gatuna y autora del libro Gatolicismo, - Créditos: Prensa Planeta



Hay personas que tienen gatos y otras que viven para ellos. Misteriosos, elegantes, libres, los gatos generan una devoción que roza lo espiritual. Y eso es, justamente, lo que Nai Osepyan explora en Gatolicismo, un libro que transforma la admiración por los gatos en una auténtica religión contemporánea, con mandamientos, pecados capitales y una comunidad de fieles que crece cada día. 

Ella es licenciada en Relaciones Públicas y especialista en conducta felina y lidera la cuenta @comportamientofelino, una suerte de templo digital donde comparte saberes, herramientas y rituales cotidianos para convivir con estos animales sin domesticarlos, desde el respeto profundo por su naturaleza salvaje.

“Los gatos no buscan complacernos —dice—, y por eso su cariño vale doble”.

En esta cconversación con OHLALÁ!, Nai repasa el origen de su vínculo con los gatos, explica por qué su amor no es moda sino militancia, y nos invita a sumarnos a esta fe felina.

Gatolicismo (Planeta), el libro de Nai Osepyan

Gatolicismo (Planeta), el libro de Nai Osepyan - Créditos: Prensa Planeta

- ¿Cómo nace tu amor por los gatos? 

- Puede que, en algunos casos, sea un amor a desbloquear, como tantas otras cosas que quizás ni te llamaban la atención y ni sabías que las necesitarías antes de probarlas, pero ahora no podés vivir sin ellas. En otros, es una pasión que sale a relucir desde el primer minuto en el que tenemos uso de razón. El hecho es que cuanto más estudio y leo sobre el tema, más me convenzo que es algo innato. Claro que puede verse exacerbado por los rasgos de la personalidad de cada uno, como ya se ha visto en estudios sobre las “personas de gatos”, pero en mi caso muchos dirán que lo llevo en la sangre por tener sangre armenia y un padre nacido en Turquía. Solo puedo decir que, si bien siempre tuve esta devoción, al punto de no jugar con muñecas sino con peluches de animales, los felinos me han fascinado desde que tengo memoria. 

- ¿Cómo se gesta ese vínculo tan particular?

- Es irónico que la primera gata que tuve sea recordada hasta el día de hoy por el carácter que tenía. Imposible tocarla, me atacaba en cada oportunidad que tenía, vivía rasguñada, y a pesar de eso y con mis 7 años yo la quería. Jamás mis padres pensaron en regalarla, ni mucho menos, y me crié entendiendo que el animal era así y había que respetarlo, sin saber que este concepto seria la base de lo que hoy milito. Creo que una de las cosas más maravillosas que tiene los gatos es que conserven tan intacta su naturaleza, y la base de todo buen vínculo es el respeto por el otro sin querer cambiarlo (y aplica a todas las especies). Es por esto que el vínculo con los gatos es tan único, siendo de igual a igual y con alguien que no busca complacernos. Si te ganaste su cariño y su confianza, vale doble y es porque hiciste todo bien. 

 

- ¿Cómo surge y qué es @comportamientofelino?

-Mostrando tanto amor hacia los animales, desde chica siempre me decían que seguramente de grande iba a ser veterinaria, y mi respuesta inmediata fue siempre “no”. Quizás porque tenía muy clara mi preferencia específica hacia los felinos, pero tenía claro que por ahí no era. Más adelante me interesaron varias carreras, pero me terminé decidiendo por Relaciones Públicas que tenía un poco de todo. 

Cuando terminé la facultad empecé a meterme en el mundo de los rescates y el proteccionismo, el problema era que la única opción en Argentina que tuviese que ver con animales seguía siendo la carrera de veterinaria, así que busqué afuera. 

Y así fue como, siendo voluntaria de una protectora, creé la página en Facebook de Comportamiento Felino para compartir lo que iba aprendiendo, hasta que Instagram comenzó a ganar popularidad y un día un amigo vino y me dijo: “basta de Facebook, te cree la cuenta en Instagram”, y básicamente me obligo a empezar a usar esa red social.

Nunca me imaginé que estudiar una carrera de comunicación terminaría siendo una pieza tan clave para lo que sería mi trabajo y que esa cuenta se convertiría en mi mayor herramienta de divulgación. 

Hoy Comportamiento Felino es sinónimo de manada. Es el lugar donde convergen quienes quieren compartir experiencias de vida, la admiración por estos animales, y el interés por el constante estudio de su naturaleza sabiendo que no son los únicos. Es donde se comparten alegrías y tristezas con la misma pasión porque todos militamos bajo la misma bandera: la del amor hacia los gatos. 

 

-¿De qué trata tu formación vinculada al conductismo felino?

-Literalmente de estudiar y entender su conducta. Si alguien adopta un perro y quiere asesorarse sobre la mejor forma de educarlo o sobre cómo trabajar en su conducta nadie se sorprendería de que contratase a un educador canino, que nada tiene que ver con un veterinario. En el caso de los gatos, pasa exactamente lo mismo solo que nos educamos nosotros sobre sus necesidades para evitar inconvenientes. Es muy frecuente escuchar que se denominen como “problemas de conducta” a lo que en realidad son necesidades básicas de la especie que se encuentran insatisfechas y que el animal está tratando de resolver como puede.  

El verdadero problema está en que, vistas con el prisma de nuestra especie, estas conductas resultan como mínimo inconvenientes a la hora de convivir con un gato. Que no utilicen las bandejas sanitarias, que se afilen en los sillones, que ataquen a una visita, que no se lleven bien con otros animales, que quieran comer nuestra comida, todos estos son solo algunos de los temas más frecuentes que trabajo en las asesorías.

Una vez descartadas todas las posibles causas físicas de estas actitudes (motivo por el cual mi trabajo se complementa con el de los veterinarios), lo que hago es ayudar a los tutores de esos animales a entender que la motivación no es el odio, los celos, la venganza, ni el enojo, sino simplemente la supervivencia. 


 
-¿Por qué los gatos nos cautivan y provocan tanta fascinación?

-Si bien mucho se atribuye a su elegancia, arrogancia, inteligencia, y gracia, en lo personal creo que son animales cuya historia siempre ha estado ligada a la magia, a lo incomprendido, hasta a lo prohibido, y todo esto suele generar curiosidad y atracción. Nadie cuestionará que a alguien le gusten los perros, no así los gatos. Usualmente quienes sentimos esta atracción por ellos nos encontramos teniendo que justificar y hasta defender nuestra elección, y no en vano hubo en tiempo en el que esto podía terminar en una hoguera. 

Sin embargo, creo que es el hecho de que hasta el día de hoy se mantengan en ese umbral entre lo familiar y lo salvaje lo que hace que seamos nosotros quienes busquemos agradarles y no a la inversa. Quienes amamos a los gatos no buscamos el amor por complacencia sino la satisfacción de saber que esos espíritus libres elijen por voluntad propia confiar y compartir la vida con nosotros. Ya lo dijo el escritor Charles Dickens: “No hay mejor regalo que el amor de un gato”, y cualquier persona que haya tenido la dicha de forjar un vínculo con ellos podrá dar fe.   

Por Andrea Albertano, gentileza para OHLALÁ! @andreaalbertano

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