Inyecciones para adelgazar: ¿son realmente efectivas y seguras?

No nos engañemos: estas inyecciones no son una solución mágica para perder peso sin esfuerzo. Fabiana Vázquez, médica nutricionista y diabetóloga del Hospital Británico, lo deja claro: "Sin un plan de dieta saludable y ejercicio físico, no hay resultados visibles. No se trata sólo de aplicarse la liraglutida y esperar; es esencial acompañarla con un cambio en el estilo de vida".

¿Cómo es que estas inyecciones ayudan en la pérdida de peso? Estas drogas pertenecen a la familia de los análogos de GLP-1, que actúan principalmente sobre el sistema nervioso central. "Inhiben el centro del apetito y estimulan el centro de saciedad en el cerebro, lo que resulta en una menor ingesta de calorías", explica Heredia. Además, ralentizan el vaciado del estómago, lo que prolonga la sensación de saciedad.

Vázquez agrega una metáfora interesante: "Los receptores GLP-1 son como una cerradura y estas drogas son las llaves que logran abrirla, aumentando la sensación de saciedad y reduciendo el hambre".

Es fundamental subrayar que estas inyecciones no están pensadas para aquellos que quieren perder unos kilos rápidamente antes del verano. "Se indican en personas con un índice de masa corporal superior a 30, lo cual define la obesidad, una condición médica que requiere tratamiento. También pueden ser apropiadas para personas con un IMC cercano a 27 pero que presentan riesgos cardíacos, como hipertensión, colesterol elevado, enfermedades cardiovasculares, diabetes o problemas renales", detalla Vázquez.

A pesar de su eficacia, estos tratamientos no están exentos de efectos secundarios. "Son drogas seguras, pero los efectos adversos más comunes incluyen síntomas gastrointestinales como distensión abdominal, sensación de plenitud gástrica, eructos, náuseas, vómitos y a veces diarrea o constipación", comenta Heredia. La buena noticia es que estos síntomas tienden a disminuir con el tiempo, aunque pueden intensificarse al aumentar la dosis.

En resumen, las inyecciones para adelgazar representan una herramienta valiosa en el tratamiento de la obesidad, pero requieren un enfoque integral que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y un seguimiento médico riguroso. No son una solución rápida ni un sustituto de un estilo de vida saludable, sino un apoyo en el camino hacia un bienestar duradero.