
“Pyt”: la palabra danesa que te ayuda a soltar lo que no podés controlar
Descubrí cómo esta expresión escandinava “Pyt” puede enseñarte a practicar el desapego emocional y encontrar equilibrio en medio de la incertidumbre.
14 de julio de 2025

“Pyt”: la palabra danesa que te ayuda a soltar lo que no podés controlar - Créditos: Getty
La palabra "pyt" es una expresión danesa que encapsula un profundo sentido de aceptación y resignación ante una situación que está fuera de nuestro control. Se pronuncia "pyd" y no tiene una traducción literal al español, pero su significado se aproxima a algo así como "pues qué más da" o "ya qué más da".
Cuando utilizamos "pyt", estamos reconociendo que, a pesar de sentirnos molestos, frustrados o preocupados por una situación, no queremos gastar más energía emocional en ella. Es una forma de liberarnos del peso de las circunstancias que no podemos cambiar y seguir adelante con nuestra vida.
Esta palabra encapsula una filosofía de aceptación y desapego emocional que puede ser muy útil en situaciones en las que no podemos influir en el resultado, como problemas mundiales, decisiones de otras personas o eventos imprevistos. En lugar de quedarnos atrapados en la negatividad y la preocupación, elegimos dejar ir y seguir adelante con una actitud más tranquila y equilibrada.
El desapego emocional es una habilidad invaluable que nos permite mantener una perspectiva equilibrada y tranquila, especialmente en situaciones en las que no podemos influir en el resultado. En lugar de permitir que las emociones negativas como la preocupación y la ansiedad nos abrumen, el desapego emocional nos ayuda a soltar y dejar ir lo que está fuera de nuestro control.
Al practicar el desapego emocional, reconocemos que nuestras emociones no están determinadas por las circunstancias externas, sino por nuestra interpretación y respuesta a esas circunstancias. Aprendemos a observar nuestras emociones sin identificarnos con ellas, lo que nos permite mantener una distancia saludable de la negatividad y la preocupación excesiva.
En lugar de aferrarnos a expectativas poco realistas o apegarnos a resultados específicos, el desapego emocional nos permite aceptar la realidad tal como es y adaptarnos a ella de manera flexible. Nos libera del sufrimiento innecesario que surge cuando nos aferramos obstinadamente a lo que no podemos cambiar.
Practicar el desapego emocional no significa ser insensibles o indiferentes hacia las situaciones o personas que nos importan. Más bien, se trata de cultivar una actitud de aceptación y fluidez, reconociendo que la vida está llena de incertidumbre y que nuestra paz interior no debe depender de las circunstancias externas.
Al dejar ir la necesidad de control y la obsesión por los resultados, podemos experimentar una sensación de libertad y ligereza. Nos permitimos fluir con la corriente de la vida en lugar de luchar constantemente contra ella. Esto no solo reduce el estrés y la ansiedad, sino que también nos permite aprovechar al máximo cada momento, centrándonos en lo que realmente importa: nuestro bienestar y crecimiento personal.
El desapego emocional nos brinda una poderosa herramienta para enfrentar las inevitables adversidades de la vida con serenidad y equilibrio. Nos permite soltar el pasado, vivir plenamente en el presente y abrazar el futuro con confianza y optimismo.
Aceptar que no toda solución está en nuestras manos
- Aceptar cuando la solución de las cosas no depende de nosotros mismos es un desafío emocional importante en la vida. A menudo nos encontramos en situaciones en las que deseamos arreglar problemas o cambiar circunstancias que están más allá de nuestro control. Sin embargo, aprender a aceptar estas situaciones y no quedar atrapados en sensaciones negativas al respecto es esencial para nuestro bienestar emocional.
- Practicar el desapego. Reconocer que no tenemos control sobre todas las situaciones nos permite soltar la necesidad de controlar cada aspecto de nuestras vidas. Practicar el desapego significa dejar ir el apego a los resultados y aceptar que algunas cosas están fuera de nuestro control.
- Enfocarse en lo que sí está en nuestro control. Si bien no podemos cambiar ciertas circunstancias, sí podemos controlar nuestra respuesta ante ellas. En lugar de centrarnos en lo que no podemos hacer, enfoquémonos en lo que sí podemos hacer para mejorar nuestra situación o nuestra respuesta emocional a ella.
- Aprender a dejar ir. A veces, aceptar que no podemos cambiar una situación significa dejar ir cualquier resentimiento, amargura o frustración asociada con ella. Esto no significa que estemos de acuerdo con lo que sucedió, sino que estamos optando por no permitir que nos consuma emocionalmente.
- Recordar que todo es temporal. Aceptar que la solución de las cosas no depende de nosotros no significa que las circunstancias nunca cambiarán. Recordar que todo en la vida es temporal y que las cosas pueden mejorar con el tiempo nos ayuda a mantener la esperanza y una perspectiva positiva.
En última instancia, aprender a aceptar cuando la solución de las cosas no depende de nosotros implica cultivar una mentalidad de aceptación, adaptabilidad y resiliencia. Al practicar estas estrategias, podemos aprender a dejar ir las sensaciones negativas y encontrar paz incluso en medio de circunstancias difíciles.
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