
Jardín de infantes: las claves para elegir el adecuado para nuestros hijos
A la hora de elegir un jardín de infantes, los especialistas recomiendan averiguar mucho más que el valor de la cuota. En esta nota te contamos cuáles son los criterios a tener en cuenta para dar con la decisión acertada.
21 de enero de 2024

Jardín de infantes: cómo elegir el mejor para tu hijo - Créditos: Getty
Lo primero que suelen preguntar quienes están buscando un jardín de infantes para sus hijos es cuánto salen los aranceles. Y no es un dato menor, teniendo en cuenta la crisis económica que vive el país.
Sin embargo, los especialistas sugieren prestar atención también a otras cuestiones, que son fundamentales en el nivel inicial educativo. “En el jardín de infantes no solamente se le brindan al niño las herramientas para su alfabetización, sino que se acompaña su trayectoria educativa para que construya su subjetividad desde la seguridad emocional, el afecto y la ternura”, explica Stella Maris Velazco, maestra y profesora en psicología que fundó el jardín Arco Iris hace 33 años.
Por eso, además de comparar precios y analizar la distancia a la que está cada jardín de nuestra casa o trabajo, ella enfatiza la necesidad de observar el proyecto educativo de cada establecimiento.
“El proyecto educativo es lo que nos identifica como institución”, sostiene Lorena Amado, profesora en psicología, nivel inicial y jardín maternal, directora de Arco Iris. Y explica que en su caso, el proyecto educativo está basado en varios pilares: la capacitación docente permanente; la inclusión e integración de los niños y el respeto a los tiempos diferentes de cada uno; la escucha y la participación activa; así como la observación permanente que tiene el docente sobre ese niño para acompañarlo dentro del aula.
Preguntar por las teorías psicológicas en las que se fundamenta el proyecto educativo y ver si se aplican con coherencia es otra de las recomendaciones. Un ejemplo de eso puede ser observar las producciones que hacen los chicos: ¿son todas parecidas porque se los incita a copiar; o por el contrario cada alumno crea su propia creación, expresando así su voz y su mirada? ¿Están realizadas con los mismos materiales; o presentan una diversidad que incluye también elementos de la naturaleza? ¿Están guardadas en un cajón; o son exhibidas con orgullo en las paredes de los pasillos por donde se circula?
Evaluar las instalaciones es un poco más fácil. A simple vista se puede observar si son amplias, aireadas y luminosas. Lo mismo pasa con los juguetes; a grandes rasgos se los puede clasificar en dos grandes tipos: los comerciales, que suelen ser muy atractivos y estar llenos de luces y botones que producen sonidos (desaconsejados por muchos especialistas porque, además de promover estereotipos, dejan muy poco espacio para que los niños desarrollen su creatividad) y los que invitan a los niños a interactuar de una manera más lúdica, fomentando su imaginación.
Los jardines con horarios extendidos (que van más allá de las cuatro horas convencionales) ofrecen una ventaja adicional para quienes trabajan fuera de casa. En ese caso, también se sugiere preguntar si la institución cuenta con talleres a contraturno y evaluar el plan de nutrición.
Otro aspecto importante es el lugar que se les da a las familias: ¿están contempladas en el proyecto educativo; de qué manera? ¿Participan en actividades especiales? ¿Se les explica cómo avanza la trayectoria educativa de cada niño? ¿Cómo es la comunicación con ellas?
El equipo docente es otro punto a observar: ¿hay suficientes maestros para cada grupo de niños? ¿Están capacitados? ¿Trabajan en equipo, de manera que cada uno cumpla un rol pero que puedan responder frente a contingencias que puedan surgir? ¿Qué clase de vínculos tienen las personas que trabajan en el jardín entre sí; se comunican entre ellas para poder brindar la mejor atención? ¿De qué manera trabajan con los niños?
En definitiva, al elegir el jardín de infantes estamos decidiendo con quiénes vamos a compartir la crianza de nuestros hijos. Por eso es importante tomarnos el tiempo necesario para hacernos las preguntas que vamos a formular en la entrevista. Y después evaluar que las respuestas recibidas nos hayan brindado la confianza suficiente para iniciar juntos este camino.
Expertas consultadas: Stella Maris Velazco (maestra y profesora en psicología) y Lorena Amado (profesora en nivel inicial y jardín maternal, profesora en psicología). www.arcoiris.edu.ar
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