Newsletter
Newsletter

10 cosas que hacés sin darte cuenta que están matando tu autoestima

Sin darte cuenta, podés estar repitiendo gestos, pensamientos y hábitos que desgastan tu autoestima día a día. Aprender a mirarte con amor, poner límites y cuidar tu voz interna puede ser el primer paso para empezar a quererte de verdad.


10 cosas que hacés sin darte cuenta que están matando tu autoestima

10 cosas que hacés sin darte cuenta que están matando tu autoestima - Créditos: Getty



La forma en que te miraron cuando eras chica dejó marcas que no se ven, pero se sienten. De esas primeras miradas aprendiste si era seguro mostrarse o si convenía esconder lo que sentías. Y a veces duele, duele hasta el alma reconocer que no fuiste mirada con el amor que necesitabas. Que quienes más deseabas que te vieran quizá no supieron cómo hacerlo y se detuvieron en tus imperfecciones en lugar de ver tu necesidad de ser amada.

Creciste creyendo que tenías que ganarte el afecto, cuando en realidad ya eras suficiente para merecerlo.

Desde esa primera mirada aprendiste a mirarte. A medir tu valor según los gestos, los tonos, las palabras que te rodeaban. Y aunque haya pasado el tiempo, esas voces siguen ahí, actuando en silencio adentro tuyo. Son las que te dicen cuándo estás bien, cuándo fallás, cuándo merecés cariño y cuándo no. Las confundís con tu propia voz porque suenan igual. Pero no son tuyas: son ecos de lo que alguna vez creíste cierto.

¿Sabés qué? Podés empezar a cambiar esas voces. Podés ser, al fin, esa voz que siempre necesitaste escuchar: la que te diga que, así como sos, ya sos suficiente. Que valés muchísimo. Y que llegó el momento de darte el lugar que siempre mereciste.

La autoestima no es una frase de moda. Es la forma en que aprendiste a tratarte a vos misma. Cuando está herida, no solo duele: también te empuja a buscar, sin darte cuenta, personas o situaciones que confirmen que no valés. Por eso cuidarla importa tanto. Porque cuando empezás a mirarte distinto, el mundo empieza a tratarte distinto también.

Estas son 10 cosas que quizás hacés sin darte cuenta y que, de a poco, van matando tu autoestima:

1. Exigirte sin pausa. No sabés parar. Siempre hay algo más por hacer. Te acostás tarde, te levantás cansada y, aun así, pensás: “No hice lo suficiente”.
Vivís corriendo detrás de una versión perfecta que no existe.

2. Castigarte todo el tiempo. Te sale mal algo y enseguida te tratás mal. Te decís: “Soy un desastre”, “era obvio que no iba a poder”.
No te das margen para fallar sin destruirte.

3. No soportar la frustración. Cuando algo no sale como esperabas, te venís abajo. Una palabra o un rechazo bastan para pensar: “No sirvo para esto”.
No es el error lo que duele: es lo que te decís después.

4. Callar lo que sentís. Tenés ganas de llorar, pero te aguantás. No das más del estrés, pero decís: “Estoy bien”.
Aprendiste que mostrar lo que sentís era demasiado y ahora te tragás hasta el alma.

5. Compararte con otras. Vivís en redes, viendo a las otras más lindas que vos, con mejores familias, mejores cuerpos, mejores vidas.
Te mirás al espejo y solo ves lo que falta. Te olvidás de mirar lo que sí está: vos, entera, haciendo lo mejor que podés.

6. No cuidarte. Comés apurada, dormís poco, te olvidás de vos. No tenés tus momentos de placer, de autocuidado. Nunca llegás, no hay tiempo para vos.

7. Sostener vínculos que duelen. Contestás mensajes que no querés contestar. Perdonás lo que todavía te lastima.
Te quedás en vínculos tóxicos que te hacen mal.

8. Hablarte con crueldad. Te mirás al espejo y te decís cosas que no le dirías a nadie. “Qué fea soy”, “nadie me va a querer”, “no me merezco nada lindo”.
Esa voz no sos vos: es el eco de alguien que no supo verte.

9. Negar lo que necesitás. Tenés hambre y decís: “Después como”. Tenés sueño y decís: “Una hora más y termino”.
Te dejás para el final, como si siempre pudieras esperar.

10. Decir que sí cuando querés decir que no. Aceptás planes, favores o tareas solo por miedo a decepcionar. Y cada vez que lo hacés, algo en vos se apaga un poquito. Aprender a decir “no” también es una forma de quererte. Y podés decirlo de muchas maneras, amorosamente.

Cada una de esas cosas, aunque parezcan simples, le manda a tu cerebro el mismo mensaje: “No valgo lo suficiente”. Y cuanto más lo repetís, más lo creés. Entrás en un loop donde vos misma reforzás esa idea. Pero también podés cortar con eso. Cambiar el guion. Empezar a tratarte distinto, aunque sea de a poco.

Pequeños gestos que ayudan a quererte bien

  • Escribí en tu espejo: “Soy suficiente”.
     
  • Empezá a mirarte con ojos amorosos. Redescubrí tu belleza, sin compararte.
     
  • Antes de arrancar el día, regalate un momento simple de placer: preparate un rico café, vestite con una prenda que ames, ponete perfume solo para vos.
     
  • Respondé “gracias” (y nada más) a los elogios. No hace falta justificarte ni explicar nada más.
     
  • Aprendé a decir que no, sin culpa ni excusas:

– “Gracias, pero prefiero otro día.”
– “Se me complica, veamos más adelante.”
– “Hoy imposible, hablemos en la semana.”
– “Mil gracias, pero prefiero que no.”

  • Valorate y celebrá cada pequeño paso, incluso los que nadie ve.
     
  • Agendate un rato para vos: leer, caminar, cocinar algo rico, descansar. Lo que te conecte con el disfrute.
     
  • Dormí más. Comé bien. Tus emociones también dependen de eso.
     
  • Tratate con compasión. Vos hacés lo que podés, como lo hacemos todas. Y eso es suficiente.

 

No se trata de aprender a quererte más de golpe, sino de dejar de tratarte como si no merecieras amor. Y si hoy nadie te lo dijo, decítelo vos:

  • Soy suficiente.
     
  • Estoy aprendiendo a quererme.
     
  • Y en ese comienzo también hay amor.
     
  • Porque así, paso a paso, se reconstruye la autoestima.

 

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

Consejos para mantener una alimentación saludable, según una nutricionista

Consejos para mantener una alimentación saludable, según una nutricionista


por Redacción OHLALÁ!

Tapa de OHLALÁ! octubre con Jimena Barón

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP