Día Mundial del Trastorno Bipolar: ¿cómo se detecta y cómo tratarlo?
En el Día Mundial del Trastorno Bipolar nos detenemos en esta enfermedad que es más común de lo que se cree. Afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo. ¿Cómo se detecta y qué tratamientos hay para abordarlo?
30 de marzo de 2023
Trastorno bipolar: diagnóstico y tratamiento. - Créditos: Getty
En el Día Mundial del Trastorno Bipolar queremos detenernos en esta enfermedad que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo. ¿Qué es, cómo se detecta y cómo se trata el trastorno bipolar?
Se estima que del 1 al 4% de la población, independientemente de factores culturales o socioeconómicos, puede tener trastorno bipolar. La persona que lo tiene pierde el control sobre su estado de ánimo, que tiende a transitar oscilaciones más o menos bruscas y que van desde la euforia patológica -llamada manía- a la depresión, sin que estas estén en relación necesariamente con eventos desencadenantes externos.
Trastorno bipolar: diagnóstico y tratamiento
El trastorno bipolar es una enfermedad causada por múltiples factores genético-ambientales y es crónica, episódica y recurrente. Para su tratamiento los fármacos resultan imprescindibles, aunque es necesario complementarlos con una intervención psicológica adecuada.
Para su diagnóstico es indispensable conversar en el consultorio acerca de las diferencias que existen entre la tristeza, el duelo y la depresión, por un lado; y la alegría y la manía por otro. Esto le da al paciente herramientas para que él mismo sea capaz de realizar los registros (mood charts) de su estado de ánimo.
La psicoterapia cumple una gran función al ayudar a repensarse, reinterpretar y reelaborar la historia narrada, la identidad y abordar el devenir con fe y esperanza en una vida satisfactoria. Otro gran pilar es la contención social-comunitaria: la familia, los amigos y los grupos de ayuda mutua permiten que las tristezas se puedan compartir y las alegrías multiplicar.
De todas maneras, la diferencia la aporta el paciente al tomar conciencia de su problemática, involucrándose en el proceso de su recuperación (sanación). Cuanto más se involucre en su propio proceso y tratamiento, mejor es el pronóstico.
Muchos pacientes se han estabilizado y llevan adelante vidas productivas y plenas, libres de las limitaciones personales, familiares y laborales que producen los trastornos de ánimo.
Experta consultada: Cintia Capocasa. Psiquiatra Infanto - Juvenil (MN 144929 - MP 236940). Sanatorio San Gabriel.
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