La sopa de calabaza que levanta el sistema inmunológico: lleva jengibre y cúrcuma

La calabaza es una hortaliza noble: baja en calorías, rica en fibra, potasio, y vitaminas A y C, que ayudan a fortalecer tus defensas y cuidar tu piel. El jengibre, por su parte, es un clásico de la medicina natural por sus propiedades antiinflamatorias y digestivas. Y la cúrcuma, con su color dorado intenso, aporta curcumina, un compuesto antioxidante que potencia el sistema inmune y mejora la salud digestiva.

500 g de calabaza pelada y cortada en cubos

1 cdta. de jengibre fresco rallado

½ cdta. de cúrcuma en polvo

1 cebolla picada

2 dientes de ajo

½ litro de caldo de verduras

Aceite de oliva virgen extra

Sal y pimienta a gusto

• En una olla grande, calentá un chorrito de aceite de oliva y salteá la cebolla con el ajo picado a fuego medio. Cociná unos 5 minutos, hasta que estén dorados y aromáticos.
   
• Sumá la calabaza, el jengibre y la cúrcuma. Mezclá bien para que se integren los sabores y cociná unos minutos más.
   
• Agregá el caldo de verduras y llevá a hervor. Luego bajá el fuego y cociná a fuego lento durante 20 minutos, hasta que la calabaza esté bien tierna.
   
• Procesá con mixer hasta lograr una crema suave y sin grumos. Ajustá sal y pimienta.
   
• Servila bien caliente y dejate abrazar por su sabor y textura.

Consejos  para llevarla al siguiente nivel

• Más cremosa: Sumale un chorrito de leche de coco al final. Le va a dar una textura aterciopelada y un toque exótico.
• Decorá con intención: Agregá semillas de calabaza tostadas o un poco de cilantro fresco. No solo suma sabor, también mejora la presentación.
• Intensificá el sabor de la calabaza: Si tenés tiempo, horneá los cubos de calabaza antes de sumarlos a la sopa. Vas a potenciar su dulzor natural.

• 248 kcal por porción
   
• Rica en fibra, vitaminas A y C, potasio
   
• Propiedades antiinflamatorias y antioxidantes
   
• Ideal para reforzar las defensas, mejorar la digestión y equilibrar tu energía